Hacer ejercicio es sin duda una herramienta importante para cuidar la salud física del cuerpo humano. En el ámbito del entrenamiento cardiovascular, la elección entre cinta de correr y máquina de remo genera debate entre profesionales y aficionados, ya que ambas herramientas son eficaces para mejorar la capacidad aeróbica, favorecer la quema calórica y contribuir al fortalecimiento muscular. Sin embargo, sus beneficios y áreas de enfoque presentan diferencias sustanciales que conviene considerar antes de incorporarlas a una rutina de ejercicio.
Remo o cinta de correr: qué es mejor para quemar grasa y ganar músculo
De acuerdo con un análisis de Women's Health, el remo demanda mayor energía total debido a que involucra simultáneamente un mayor número de grupos musculares. A pesar de eso, algunas otras opiniones de expertos sugieren que la cinta de correr podría llegar a quemar hasta un 16% más de calorías que el remo, siempre que se mantenga una intensidad y duración similares.
La máquina de remo ofrece un entrenamiento integral de cuerpo completo, activando de forma coordinada músculos de piernas, core, espalda, brazos y hombros. Este tipo de trabajo se considera más equilibrado en la distribución del esfuerzo físico. En contrapartida, la cinta de correr concentra su acción principalmente en el tren inferior -cuádriceps, glúteos e isquiotibiales- con la posibilidad de incluir el core si se incorporan inclinaciones.
El running, incluso sobre cinta, implica un impacto repetitivo que puede afectar a rodillas, tobillos y caderas, especialmente en personas con lesiones o predisposición a molestias articulares. El remo, por su parte, es considerado una actividad de bajo impacto, ya que el movimiento se ejecuta en posición sentada y con un patrón fluido, reduciendo la carga sobre las articulaciones.
Independientemente de la elección principal, una estrategia efectiva consiste en alternar sesiones en ambas máquinas, con el fin de equilibrar el impacto articular, la estimulación muscular y la variedad de la rutina. Este enfoque permite prevenir la monotonía, optimizar el rendimiento y adaptarse a distintas condiciones físicas y preferencias personales