Por qué crecen los casos de enfermedades inflamatorias intestinales, según expertos en gastroenterología

En los últimos días se llevó a cabo en Berlín el Congreso Europeo de Gastroenterología. Uno de los temas principales que se trataron fue el aumento sostenido de casos de EII (Enfermedad Inflamatoria Intestinal), el cual comenzó a ganar terreno en América Latina y Asia. 

13 de octubre, 2025 | 17.18

La ciudad de Berlín, en Alemania, fue la sede principal donde se desarrolló el Congreso Europeo de Gastroenterología. La misma tuvo como una de sus temáticas principales el aumento de enfermedades inflamatorias intestinales que se ha registrado en las últimas décadas.

Algunos de los factores que tuvieron en cuenta los especialistas son el aumento de una alimentación más industrializada, la mayor urbanización, la contaminación ambiental, el tabaquismo y los niveles elevados de estrés.

Enfermedad Inflamatoria Intestinal: Causas y tratamientos

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es un término general para un grupo de afecciones crónicas que causan inflamación del tracto gastrointestinal.

Esta enfermedad inflamatoria engloba dos grandes diagnósticos: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Estas enfermedades afectan al aparato digestivo de manera distinta y son crónicas, autoinmunes y sistémicas.

La diferencia principal entre ambas radica en que, mientras la colitis ulcerosa compromete la capa interna del intestino grueso y suele manifestarse con diarreas frecuentes y sangrado, la enfermedad de Crohn puede extenderse a cualquier parte del tubo digestivo y produce cuadros muy variados, que van desde gases, dolores abdominales y pérdida de peso, hasta síntomas obstructivos severos.

En la actualidad, los especialistas consideran que las dos áreas principales para reducir esta enfermedad en la población son: el desarrollo de nuevos fármacos y el fomento de la consulta temprana frente a síntomas persistentes, para evitar el desarrollo de una enfermedad grave ulcerosa o, incluso, la aparición de un cáncer colorrectal.

El experto en gastroenterología Juan Andrés de Paula, explica: "Existe una situación en el entorno en que vivimos: diferentes factores aún no del todo esclarecidos incrementan la frecuencia de la enfermedad. Se trata de una afección con múltiples vectores y causas que confluyen en momentos determinados. El componente genético y la alimentación industrial, que modifica la microbiota, pueden propiciar la aparición de la EII".

"Factores ambientales y el estrés también inciden en su desarrollo. La respuesta inflamatoria secundaria al estrés posee reguladores sutiles, desde la microbiota hasta los mecanismos defensivos de barrera del organismo. Es decir, una red compleja y variable según cada persona y contexto", agregó el especialista.

De Paula también advierte que al ser una enfermedad que no tiene cura, el paciente debe realizar un tratamiento de por vida, sobre la cuestión, señala: "El paciente tiene que participar y comprender que requiere un tratamiento, a veces, aunque esté bien. Y ahí es donde muchas veces se confunde culturalmente, el querer estar bien siempre con dejar la medicación”.

Si bien no existe una cura para la EII, los avances terapéuticos recientes transformaron el pronóstico de muchas personas. El objetivo actual no se limita a controlar síntomas visibles, sino a lograr una remisión profunda y sostenida, que implica la desaparición de la inflamación endoscópica y la estabilización del sistema inmunológico, con el fin de mejorar la calidad de vida del paciente.

Uno de los factores principales para lograr el éxito de la terapia será la adherencia del paciente. Es fundamental que el afectado cumpla con los controles médicos, siga las indicaciones y mantenga la continuidad de los medicamentos, ya que el control sostenido de la inflamación no solo previene complicaciones, sino que también permite alcanzar metas personales y profesionales.

 

Crecimiento de la enfermedad en América Latina

Al Congreso Europeo de Gastroenterología asistieron diversos profesionales de Latinoamérica y si bien todos concuerdan en que no existe un único factor que responda al crecimiento de la enfermedad, si destacan entre los motivos que existen mejores métodos diagnósticos que permiten detectar más casos y registrar con precisión la incidencia anual y que el estilo de vida occidentalizado genera condiciones que predisponen al desarrollo de enfermedades autoinmunes.

A su vez, el aumento de la esperanza de vida, amplía la población capaz de contraer esta enfermedad, ya que aparecen en las estadísticas personas mayores que antes no estaban incluidas.

El gastroenterólogo Manuel Martínez explica: "Los síntomas iniciales suelen ser sutiles, lo que retrasa el diagnóstico. Muchas personas se acostumbran a vivir con molestias intestinales, urgencias frecuentes para ir al baño o diarreas con sangre sin acudir al médico. Este retraso puede agravar el cuadro, ya que la inflamación intestinal prolongada provoca lesiones permanentes, eleva el riesgo de hospitalizaciones y deteriora la calidad de vida".

“Los factores estresantes severos pueden ser el detonante de la aparición de la enfermedad. No de manera directa, pero si porque el día se acorta, la mala alimentación aumenta, puede haber ausencia de lactancia materna, consumo de más ultra procesados y azúcares refinados y también mayor automedicación. Eso sumado a la polución ambiental y el crecimiento de la obesidad y el sedentarismo", agrega el experto.

Por su parte, el doctor Roberto Ulises Cruz Neri, afirma que: "Parece ser que hay una relación directa entre la alimentación y la aparición de una enfermedad autoinmune. Varios países incluso han regulado tanto la cantidad a consumir de determinado alimento, como también el señalar qué tipo de alimentos tienen esa característica en particular".