En un trágico hecho, el último informe epidemiológico de la provincia de Santa Fe confirmó la muerte de un bebé afectado de tos convulsa. La víctima tenía un mes de vida y presentaba domicilio en Villa Gobernador Gálvez. El Ministerio de Salud detalló que el niño presentó infección invasiva por Haemophilus influenzae no tipificable y meningitis por Streptococcus pneumoniae.
El reporte provincial señaló que "el niño no se encontraba dentro del rango etario para la administración de vacunas que contuviera el componente pertussis y la madre no contaba con antecedente de vacunación contra pertussis durante el embarazo". Mientras que la madre no contaba con vacunación contra Bordetella pertussis durante el embarazo, una herramienta que protege al recién nacido en los primeros meses de vida, el período de mayor vulnerabilidad.
La coqueluche suele presentarse con tos incontrolable que puede estar acompañada de apnea, vómitos y silbido o paroxismo. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, presenta mayores tasas de morbilidad y mortalidad en lactantes y niños pequeños. “Los adolescentes y adultos jóvenes pueden presentar la enfermedad de forma leve, atípica e inclusive con las manifestaciones clásicas, y representan una fuente importante de transmisión hacia los menores", señalan expertos.
Hasta la semana del 8 de noviembre, en Santa Fe se notificaron 207 casos sospechosos de coqueluche, de los cuales 30 fueron confirmados y 8 se clasificaron como probables. De los 30 casos confirmados, 24 corresponden al departamento Rosario, 4 al departamento La Capital, un caso al departamento General López y uno a Caseros.
En cuanto a la franja etaria, los menores de un año son el grupo más afectado, con 16 casos confirmados. El segundo grupo con mayor incidencia es el de chicos de entre 10 y 14 años, donde se registraron 6 casos confirmados.
Tos convulsa: brote y llamado de atención para los menores de edad
La tos convulsa se presenta en ciclos epidémicos cada 3 a 5 años y suele tener mayor incidencia durante el invierno y el inicio de la primavera. En 2025, los casos en Santa Fe comenzaron a reportarse esporádicamente en las primeras semanas del año, pero se incrementaron sostenidamente desde la semana 26, con un nuevo repunte a partir de la semana 38.
La coqueluche es prevenible mediante vacunas contenidas en el calendario nacional, como la pentavalente o la triple bacteriana. No obstante, la baja cobertura de vacunación, potenciada por los años de pandemia, generó un terreno fértil para el regreso de esta enfermedad.
De esta manera, la directora de Promoción y Prevención de la Salud provincial, Analía Chumpitaz, recalcó que la provincia está reforzando la vacunación en todos los grupos indicados: bebés a los 2, 4 y 6 meses, con refuerzos a los 15-18 meses y al ingreso escolar, más una dosis en la adolescencia, a los 11 años. Además, las embarazadas deben recibir una dosis entre las semanas 20 y 32 de gestación para proteger al bebé desde antes del nacimiento.
En adultos y adolescentes suele cursarse con síntomas más leves, lo que dificulta su detección. “Por eso hablamos de sensibilizar: si hay tos persistente por más de dos semanas, se debe consultar. La coqueluche puede durar hasta ocho semanas. No es un cuadro viral común”, advirtió Chumpitaz.
