Un informe reciente realizado por la organización empresaria IDEA junto con el IAE Business School reveló una situación preocupante para el mercado laboral argentino en 2025: 9 de cada 10 empresas encuentran problemas para cubrir sus vacantes con candidatos que tengan las habilidades necesarias. El relevamiento abarcó a 165 empresas de distintos tamaños y sectores que operan en Argentina, y ninguna dijo no tener brechas entre las capacidades que esperan y las que realmente poseen los postulantes. Esto evidencia un desajuste significativo que afecta a todo tipo de compañías.
La mayor dificultad se concentra en las habilidades relacionadas con la autogestión, un conjunto de actitudes que incluye motivación, autoconciencia, curiosidad, aprendizaje constante, fiabilidad, atención al detalle, resiliencia y flexibilidad. El profesor Julián Irigoin, del IAE Business School, señaló que estos datos deberían considerarse para diseñar currículas desde etapas tempranas, buscando cerrar esta brecha.
Ante esta situación, las grandes empresas enfocan sus programas de formación en habilidades de gestión, con un 61% de ellas priorizando esta área. En cambio, las PyMEs ponen el foco en fomentar el trabajo en equipo, con un 51% que lo considera fundamental. Además, el informe destacó que la dificultad para cubrir vacantes varía según el área funcional. Los puestos más complicados de cubrir son los relacionados con Tecnología y las áreas Comerciales, donde la brecha de talento es más notoria.
La problemática no solo radica en el conocimiento técnico: el 94% de las empresas identificó brechas en las capacidades generales que esperan de los candidatos, lo que reduce la competitividad y obliga a invertir más en capacitación interna. Luciana Paoletti, directora ejecutiva de IDEA, afirmó que “el sistema educativo necesita actualizar sus modelos de enseñanza” para responder a estas demandas.
Según el estudio, el 70% de las compañías atribuye esta escasez a una formación insuficiente o desactualizada en las instituciones educativas. Luego, un 50% señaló que los candidatos tienen dificultades para adaptarse a ambientes laborales exigentes o cambiantes. La falta de experiencias prácticas (45%) y la escasa motivación para el aprendizaje continuo (38%) son otros factores que profundizan el desajuste.
Las consecuencias de la crisis laboral
Las habilidades blandas, especialmente, se han convertido en un requisito excluyente para el personal profesional, mencionado por un 97% de las empresas, mientras que para roles operativos esta cifra baja al 33%. Entre las competencias más difíciles de encontrar se destacan la autogestión (31%) y el trabajo en equipo (22%).
Por otro lado, la dificultad para encontrar habilidades relacionadas con el trabajo en equipo aumenta según el nivel jerárquico, siendo la competencia más escasa en mandos medios, responsables, líderes y gerentes. De hecho, los mandos medios fueron calificados como la posición más crítica en términos de brecha de habilidades, con un 27% de preocupación.
Las consecuencias de esta falta de talento son claras: el 68% de las empresas sufre demoras en cubrir los puestos vacantes y un 48% experimenta pérdida de productividad. Esto muestra cómo la brecha entre oferta y demanda de habilidades impacta directamente en el desempeño organizacional. En cuanto a las causas, la formación insuficiente o desactualizada en las instituciones educativas es el principal motivo, señalado por 7 de cada 10 empresas, tanto en grandes compañías (73%) como en PyMEs (68%).
El estudio también analizó por qué los candidatos rechazan ofertas laborales. El salario base ofrecido fue el factor más mencionado, con un 53%, siendo aún más relevante en empresas grandes (57%) que en PyMEs (50%). La modalidad de trabajo (presencial, híbrida o remota) aparece en segundo lugar, con un 40% de menciones, lo que refleja la importancia que le dan los postulantes a las condiciones laborales actuales.
