Al conducir, es natural encontrarnos con diversas señalizaciones, algunas de ellas por su habitualidad o por la obviedad de lo que representan, nos son más sencillas de interpretar. Sin embargo, existen otras que podríamos llegar a no contemplar porque están ahí regularmente y no conocemos cuál es su significado.
Hay dos, en particular, que son casi idénticas y que se pueden encontrar a menudo en las diversas rutas que atraviesan al país: las líneas continuas y las líneas punteadas sobre el asfalto. Debido a su parecido y a la poca información que nos brindan, es normal que nos preguntemos por su significado y qué las diferencia.
Estas líneas en el suelo de las rutas son marcas viales o señales de transito y el principal objetivo de ambas es organizar la circulación y evitar accidentes.
Diferencias entre líneas blancas continuas y punteadas
Cuando nos encontramos con una línea blanca continua, debemos comprender que nos señala un camino en carriles en la misma dirección; por lo que, cuando aparece esta señalización, no se pueden realizar maniobras de adelantamiento ni cambios de carril.
Su aparición marca la obligatoriedad de mantenerse en el carril por el que se está circulando, por razones de seguridad vial.
Es común encontrar este tipo de marcas viales en:
- Curvas peligrosas.
- Puentes.
- Túneles.
- Zonas con poca visibilidad.
- Sectores cercanos a intersecciones o cruces.
El motivo de elegir estos lugares es simple: se trata de zonas en las cuales realizar un cambio de carril o adelantamiento podría provocar un accidente grave.
Por su parte, la línea blanca discontinua, nos permite comprobar que, en esa zona puntual, se pueden realizar cambios de carril. Su principal objetivo es separar carriles de tráfico. Es probablemente la línea divisoria más común y reconocida.
Esta se puede encontrar en:
- Avenidas de varios carriles.
- Autopistas o rutas.
- Calles urbanas con circulación en un solo sentido.
Esta demarcación será clave para que los conductores puedan realizar maniobras de adelantamiento y que la misma sea segura.
Con esta información adquirida, la diferencia resulta evidente: al encontrarnos con una línea blanca continua, tendremos prohibido los cambios de carril y adelantamientos, mientras que la línea punteada nos habilitará a realizar este tipo de maniobras, respetando las normas de tránsito y controlando que la maniobra sea segura.
Las señalizaciones vistas previamente tienen como objetivo primordial ordenar el tránsito y evitar maniobras peligrosas. El incumplimiento de estas señales puede derivar en multas, la retención de la licencia e incluso en accidentes.
En nuestro país, estas señales son fundamentales para garantizar la seguridad vial y el orden de la circulación.