Los trucos caseros que usan en Groenlandia para sobrevivir al frío sin gastar de más

En una de las regiones más frías del mundo combinan técnicas ancestrales y arquitectura inteligente para enfrentar el frío. ¿Podemos aplicar estos métodos en Argentina para mantener el hogar cálido y gastar menos?

14 de julio, 2025 | 18.21

En Groenlandia, el frío intenso no es un capricho del clima, sino una realidad que condiciona la vida diaria, especialmente en lugares tan aislados como Ittoqqortoormiit, ubicado en el noreste de la isla. Allí, mantener las casas cálidas no solo implica comodidad, sino una cuestión de supervivencia. Sus habitantes apelan a una combinación de trucos que van desde técnicas tradicionales, diseño arquitectónico eficiente y un profundo respeto por el entorno para enfrentar las bajas temperaturas sin depender exclusivamente de la calefacción artificial.

Las viviendas, construidas principalmente con madera importada debido a la ausencia de árboles en la región, presentan estructuras simples pero con un fuerte enfoque en el aislamiento térmico. Un detalle que llama la atención es el uso de colores vivos en las fachadas, que no solo alegran el paisaje blanco, sino que también ayudan a captar y conservar el calor solar durante los escasos meses de luz.

Además, implementan estrategias pasivas como ventanas orientadas al sur para maximizar la captación de radiación solar durante el día, y sistemas de doble puerta y doble ventana que crean cámaras de aire, dificultando la fuga de calor. Pero la lucha contra el frío va más allá de la arquitectura.

La vida en comunidad, la autosuficiencia y la utilización de recursos locales son pilares fundamentales. La ropa de piel confeccionada a mano, la preservación tradicional de alimentos y las lámparas de grasa de foca que iluminan y calientan los hogares en invierno forman parte de un estilo de vida basado en el bajo consumo y la eficiencia energética.

Cómo aplicar estos trucos en el invierno argentino:

  • Aislamiento térmico natural y eficiente: Mientras que en Groenlandia usan madera con aislamiento reforzado, en Argentina es clave incorporar materiales aislantes en techos y paredes, como lana de vidrio, espuma de poliuretano o celulosa reciclada. Además, colocar cortinas térmicas o alfombras gruesas ayuda a evitar pérdidas de calor.
  • Calefacción con aceites o grasas: Aunque la grasa de foca no es una opción aquí, se puede replicar la idea con estufas de gas licuado, leña o calefactores de bajo consumo, como los catalíticos o infrarrojos, ideales para espacios pequeños sin necesidad de complejas instalaciones.
  • Diseño compacto y vida comunitaria: Reducir el uso de habitaciones innecesarias y concentrar las actividades en un solo espacio calefaccionado disminuye el consumo energético. También es útil cerrar zonas de la casa durante las jornadas más frías.
  • Vestimenta térmica dentro del hogar: Usar varias capas de ropa, calzas, medias gruesas y prendas térmicas permite bajar el termostato sin pasar frío. Opciones como frazadas eléctricas o bolsas de agua caliente son más eficientes que calefaccionar ambientes completos.
  • Maximizar el aprovechamiento solar: Durante el día, abrir bien las cortinas en ventanas orientadas al norte o al oeste para que el sol caliente el interior, y cerrarlas al anochecer para conservar el calor. También se pueden instalar colectores solares pasivos caseros para calefacción.

Cómo aplicar las costumbres de Groenlandia en Argentina.