La Iglesia Católica atraviesa uno de los momentos más trascendentales de su historia reciente. La muerte del Papa Francisco, ocurrida el pasado 21 de abril, dejó vacante un liderazgo que marcó un antes y un después en Roma y en el mundo. En medio del duelo, el Vaticano se prepara para un nuevo cónclave que definirá el rumbo de la Iglesia en la era posfranciscana.
Con 135 cardenales con derecho a voto convocados (habrá 133 porque dos se bajaron por temas de salud) para elegir al próximo pontífice, la representación argentina tendrá un rol clave. Cuatro cardenales nacionales formarán parte del cónclave, con trayectorias que abarcan desde el trabajo social en las provincias hasta la alta curia vaticana. Su presencia no sólo representa una continuidad del legado de Francisco, sino también una posible reconfiguración del peso eclesiástico argentino en Roma.
Argentina cuenta con un total de ocho cardenales, pero sólo cuatro tienen menos de 80 años, el límite de edad impuesto para participar como electores. Los habilitados son Mario Poli, Ángel Sixto Rossi, Vicente Bokalic Iglic y Víctor Manuel Fernández. Los otros cuatro —Estanislao Karlic, Leonardo Sandri, Luis Villalba y Luis Dri— no podrán votar, aunque sí asistir a las congregaciones previas.
Quiénes son los cardenales argentinos que votarán en el cónclave
Mario Poli, de 77 años, es arzobispo emérito de Buenos Aires y sucedió al propio Jorge Bergoglio en la arquidiócesis porteña en 2013. Aunque presentó su renuncia en 2023, aún preside la Comisión Episcopal para la Universidad Católica Argentina. Su estilo sobrio y pastoral lo posiciona como una figura de continuidad moderada dentro del legado de Francisco.
Ángel Sixto Rossi, también jesuita y oriundo de Córdoba, fue creado cardenal en 2023. Actualmente, encabeza la arquidiócesis de Córdoba y ocupa la vicepresidencia primera de la Conferencia Episcopal Argentina. Conocido por su obra “Manos Abiertas” y su trabajo con sectores vulnerables, Rossi representa una línea pastoral fuertemente alineada con los valores sociales impulsados por Francisco.
Vicente Bokalic Iglic, de 72 años, dirige la arquidiócesis de Santiago del Estero. Su nombramiento como cardenal en diciembre de 2024 sorprendió al correr el foco del poder eclesiástico lejos de Buenos Aires. De formación vicentina, es respetado por su compromiso con comunidades marginadas del norte argentino.
Víctor Manuel Fernández, el argentino con mayor peso en Roma
Víctor Manuel Fernández, de 62 años, es considerado el cardenal argentino con mayor influencia en el Vaticano. Ex rector de la Universidad Católica Argentina, fue nombrado por Francisco como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe en 2023. Su gestión generó polémica por su enfoque aperturista, como la autorización a la bendición de parejas del mismo sexo. Cercano al Papa fallecido, su participación en el cónclave genera expectativa internacional.
Aunque ninguno de los cuatro cardenales argentinos figura entre los “papables” más mencionados, su rol será clave en las deliberaciones. En especial, la voz de Fernández podría inclinar definiciones internas en un cónclave marcado por tensiones entre tradición y reforma. La elección del próximo pontífice no sólo marcará el futuro de la Iglesia Católica, sino también la proyección internacional de la Iglesia argentina.