Asfixia, perforaciones en el estómago e intoxicación: los peligros de los juguetes en la era de Milei

La desregulación de controles de seguridad en juguetes importados genera alarma entre pediatras y fabricantes locales. Los principales riesgos a la salud.

28 de agosto, 2025 | 13.31

El gobierno de Javier Milei continúa con la desregulación de controles claves para la seguridad en productos de consumo masivo como los juguetes y generó alarmas en pediatras y fabricantes locales. La administración libertaria avanzó con una medida que pone en riesgo la salud de millones de niños y niñas: la eliminación de controles de seguridad sobre los juguetes importados previa a la comercialización, en el marco de una flexibilización normativa que acompaña la liberación de importaciones.

La Resolución 313/2025, publicada en el Boletín Oficial, modificó de forma sustancial el sistema de fiscalización de productos de consumo masivo como juguetes, bicicletas infantiles, encendedores, anteojos de sol y muebles derivados de tableros de madera. Desde febrero de 2025, estos productos pueden ingresar al país sin necesidad de verificación local previa -en la aduana al momento de la verificación-. El nuevo esquema habilita el ingreso mediante una simple declaración jurada del importador, que puede ser falsificada o incompleta. La Aduana ya no controla en frontera, y la fiscalización queda a cargo de la Secretaría de Comercio, una vez que los productos ya están distribuidos en el mercado.

En este marco, la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) y pediatras advirtieron en diálogo con El Destape que esta desregulación puede tener consecuencias graves. Desde la CAIJ afirmaron que si bien “la industria acompaña ciertos aspectos de la innovación normativa, como el reemplazo del logo de seguridad (S) por el código QR como marca de conformidad, reafirmaron que “la fiscalización importa, porque el juego debe ser sin riesgos. La seguridad de la niñez tiene jerarquía constitucional en Argentina, y desde la CAIJ denunciaremos ante la Justicia y la autoridad de aplicación a quienes presenten documentación falsa”.

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Qué se eliminó: el sistema previo de control

Antes de la flexibilización, los juguetes debían cumplir con un conjunto de normas técnicas y sanitarias que garantizaban su seguridad antes de llegar al consumidor. Entre ellas:

  • Normas IRAM NM 300 (partes 1 a 6): regulaban aspectos como la presencia de piezas pequeñas, bordes cortantes, resistencia mecánica, inflamabilidad, toxicidad de materiales, seguridad eléctrica y etiquetado.  
  • Certificación obligatoria: realizada por organismos nacionales acreditados, con ensayos en laboratorios argentinos.  
  • Control en frontera: la Aduana verificaba la documentación técnica antes de permitir el ingreso al país.  
  • Fiscalización preventiva: los productos no podían comercializarse sin contar con el sello de conformidad (S) y el número de certificado correspondiente.


Este sistema permitía detectar fallas antes de que los juguetes llegaran al mercado, garantizando que cada producto cumpliera con estándares de seguridad adaptados a la normativa argentina y a las condiciones locales de uso.

Qué se permite ahora: certificados del exterior y declaración jurada

Con la Resolución 313/2025, el gobierno habilitó el ingreso de juguetes con certificados emitidos por organismos extranjeros, siempre que se declare que tienen “probada competencia técnica”. No se exige homologación local ni revisión de los ensayos. Basta con que el importador presente una declaración jurada afirmando que el producto cumple con los requisitos. “Esto implica que un juguete puede haber sido testeado, en condiciones distintas. Además, no hay garantía de que el certificado sea auténtico. La declaración jurada puede ser falsificada e implica un gran desafío fiscalizar el producto antes de que el producto llegue a los puntos de venta”, explicaron desde la CAIJ.

Riesgos concretos para la salud infantil

La pediatra Adela Armando, secretaria del Comité Nacional de Prevención de Lesiones de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), sostuvo en diálogo con El Destape que el juego es esencial para el desarrollo integral de niños y niñas, pero que los juguetes inseguros pueden transformarse en una amenaza. “Los juguetes que no cumplen con las normas de seguridad o no son apropiados para su edad y/ o desarrollo pueden transformarse en un riesgo para la salud infantil”, afirmó.

Entre los riesgos más frecuentes, detallan:

  • Asfixia y atragantamiento

Presencia de piezas pequeñas, partes desprendibles, globos y envoltorios plásticos que pueden obstruir la vía aérea, especialmente en los más pequeños.

  • Intoxicaciones

Materiales con metales pesados (por ejemplo: plomo, cadmio).

  • Pinturas, plásticos y adhesivos con sustancias tóxicas

Ingesta accidental de pilas botón con riesgo de lesiones esofágicas severas.

  • Lesiones traumáticas

Cortes, laceraciones y heridas por bordes filosos o mecanismos defectuosos; lesiones oculares por proyectiles o piezas lanzadas; caídas y traumatismos por juguetes rodantes inestables o sin las debidas medidas de seguridad.

  • Afectación auditiva por exposición a ruidos por encima de los límites seguros en juguetes sonoros
  • Riesgo de daño visual por juguetes con luz láser o LED de alta intensidad
     
  • Infecciones y alergias por juguetes de tela o peluche no lavables que son reservorio de polvo, ácaros, hongos y bacterias
     
  • Riesgos eléctricos y de quemaduras

Baterías defectuosas, recalentamiento de componentes y conexiones inseguras que pueden provocar incendios, explosiones o quemaduras.

  • Impacto en el desarrollo psicoemocional

Exposición a juguetes inadecuados para la edad, con contenidos violentos o no acordes al proceso madurativo.

Por otra parte, desde la página del IRAM detallaron sobre el peligro de la presencia de ftalatos en plásticos blandos: ciertos ftalatos -químicos sintéticos usados como plastificantes para dar flexibilidad a los plásticos, como el PVC- tienen actividad disruptiva endocrina. Pueden mimetizar o bloquear el efecto de hormonas sexuales, y se sospecha que los bebés y niños son mucho más sensibles que los adultos. Es decir, alteraciones hormonales en etapas clave del desarrollo. En tanto, cabe destacar que aún no se flexibilizó el control de ftalatos en los juguetes.

“Los juguetes que no cumplen las normas técnicas en la fabricación, comercialización y con la supervisión por parte de los organismos reguladores de seguridad constituyen una amenaza para la salud infantil, pudiendo ocasionar desde lesiones leves hasta eventos graves que comprometen la vida”, remarcó y concluyó que “por ello, resulta fundamental que se promuevan juguetes certificados, con materiales seguros que informen eficazmente el funcionamiento, las situaciones de riesgo para su uso y las precauciones a tomar. Son importantes las recomendaciones de profesionales de la salud en la orientación a familias y cuidadores sobre la elección de juguetes seguros y adecuados para cada edad y etapa del desarrollo de los niños/as”.