Apagar el celular durante cinco minutos al día podría convertirse en una de las medidas de ciberseguridad más simples y efectivas para proteger la privacidad y los datos bancarios. La recomendación, que tomó relevancia internacional, fue impulsada por el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, y ya generó debate entre usuarios y especialistas. Según explicó, este hábito diario ayuda a reducir el riesgo de ataques digitales que aprovechan vulnerabilidades en los teléfonos.
El funcionario australiano aseguró que no hace falta modificar la rutina para incorporarlo: basta con apagar el teléfono mientras uno se cepilla los dientes o realiza alguna actividad cotidiana. “Todos tenemos una responsabilidad. Cosas sencillas: apaga el teléfono cinco minutos cada noche”, señaló Albanese. La propuesta apunta a cortar procesos en segundo plano que podrían estar comprometidos por malware, un problema cada vez más común a nivel global.
Qué dicen los expertos en ciberseguridad
La sugerencia no es aislada: coincide con las pautas que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) publicó en 2020, donde recomendaba reiniciar el celular al menos una vez por semana. Ambas instituciones coinciden en que apagar el dispositivo interrumpe tareas invisibles que, en casos de infección, permiten que programas maliciosos se mantengan activos.
El lapso recomendado por las autoridades australianas busca garantizar que la memoria se libere por completo y que cualquier conexión no autorizada quede interrumpida. Cinco minutos bastan para frenar procesos maliciosos que requieren continuidad y, al mismo tiempo, permiten que el teléfono vuelva a encenderse sin mayores demoras.
Qué pasa en el celular cuando se apaga
Muchos tipos de malware, como el spyware o los ataques “zero-click”, necesitan sesiones activas para funcionar. Al apagar o reiniciar el dispositivo, esos procesos se cierran automáticamente, lo que dificulta su persistencia y corta posibles intentos de control remoto. Incluso los ataques que explotan vulnerabilidades conocidas suelen depender de conexiones sostenidas, por lo que un apagado frecuente reduce las chances de que sigan funcionando.
Cómo complementar esta medida
Apagar el celular ayuda, pero no es una solución mágica. Los especialistas insisten en acompañar este hábito con prácticas básicas de seguridad digital:
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Usar contraseñas robustas.
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Activar la verificación en dos pasos.
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Descargar apps solo desde tiendas oficiales.
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Mantener el sistema operativo actualizado.
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Evitar las redes WiFi públicas y no compartir datos sensibles.
En un escenario donde las amenazas digitales crecen, adoptar este gesto diario puede convertirse en una barrera inicial simple pero efectiva para proteger la información personal.
