Los ocelotes son uno de los tantos felinos que habitan en la Argentina. Aunque no son tan populares como el yaguareté o el puma, también se encuentran en peligro de extinción. Por eso el caso de Huellita, la ocelote más longeva del mundo que vive en la selva misionera, generó tanta conmoción.
En la densa selva del noreste argentino, dentro de la Reserva de Vida Silvestre Urugua-í, habita un ejemplar que se volvió símbolo de la resistencia natural: Huellita, una hembra de ocelote que alcanzó al menos 19 años de vida en estado silvestre, convirtiéndose según los registros científicos en la ocelote más longeva conocida. Su caso es particular porque, generalmente, en vida salvaje estos animales solo viven 10 años, por lo que ella superó ampliamente las expectativas.
Durante los catorce años del estudio realizado por la bióloga Paula Cruz y su equipo del Proyecto Yaguareté (CeIBA-CONICET), se analizaron más de 1.300 imágenes captadas con cámaras trampas y se identificaron 213 individuos distintos, aprovechando el patrón único de manchas de cada animal. En ese proceso, Huellita fue monitoreada en múltiples momentos, incluso se comprobó que estaba activa reproductivamente hasta 2020.
El registro de Huellita no solo rompe las expectativas de vida para su especie en libertad, sino que sirve como indicador de que la reserva Urugua-í, con más de 3.243 hectáreas protegidas, es un entorno adecuado para que estos felinos prosperen.
Otros felinos que habitan en Argentina
Además del ocelote, la Argentina es hogar de otras especies de felinos silvestres que cumplen un rol fundamental en los ecosistemas. Entre ellos se destacan el yaguareté, el mayor depredador del continente y en peligro crítico de extinción en el país; el puma, ampliamente distribuido desde el norte hasta la Patagonia; el gato montés, presente en gran parte del territorio; y el gato andino, considerado uno de los felinos más raros y amenazados del mundo.
Su historia ha capturado la atención de ecologistas y amantes de la vida silvestre, transformándose en emblema de conservación en Misiones. Huellita demuestra que, con protección, monitoreo y compromiso ambiental, es posible que especies amenazadas engranen historias de longevidad, resistencia y legado en el bosque atlántico argentino.