A diferencia del ajuste y asfixia que lleva adelante el gobierno de Javier Milei, desde la provincia de Formosa impulsan la nutrición y adecuación saludable de adultos mayores que atraviesan patologías de salud. Esta política se lleva adelante a través del Instituto de Pensiones Sociales.
En diálogo Agenfor, responsable del Área de Nutrición del Instituto de Pensiones Sociales (IPS), Yolanda García, aseguró que las personas que asisten a las Casas de la Solidaridad cuentan con un plan alimentario de calidad. La especialista destacó: “La alimentación para los adultos mayores es clave para mantener la energía, la salud mental, la autonomía y el sistema inmune en equilibrio. No solo importa la cantidad, sino también la calidad de lo que se consume”. El objetivo es asegurar el bienestar y un plan alimentario personalizado.
El presidente Javier Milei implementó una serie de recortes que afectaron directamente a los adultos mayores en todo el país, reduciendo beneficios y limitando recursos destinados a su cuidado y bienestar. Estas medidas generaron preocupación sobre el acceso a alimentos, medicamentos y servicios básicos, en el que se dejó a muchas personas en situación de vulnerabilidad. En este contexto, las Casas de la Solidaridad se presentan como un espacio de apoyo clave para garantizar que los mayores puedan recibir una dieta adaptada.
Los pilares de una buena alimentación
Según García, los pilares de una alimentación saludable en esta franja etaria se basan en un aporte adecuado de proteínas, ya que a partir de cierta edad “se va perdiendo masa muscular”. Por ello, recomendó incluir suficiente proteína en cada plato, como pollo, huevo o pescado, junto con alimentos antiinflamatorios, frutas y verduras variadas.
Este tipo de alimentación también favorece la memoria y disminuye el estrés gracias a los antioxidantes y las grasas saludables presentes en la palta, los frutos secos, el aceite de oliva y las semillas de chía o sésamo. En cuanto a los carbohidratos, sugirió optar por cereales integrales y legumbres, que ayudan a mantener estable la glucemia, especialmente relevante porque en la vejez es “muy común la diabetes”.
García subrayó además la importancia de la hidratación, recomendando entre litro y medio y dos litros de agua por día, ya que “impacta positivamente en la presión arterial, la digestión y la función cognitiva”. También aconsejó disminuir el consumo de sal y evitar los ultraprocesados, reemplazándolos por “comidas reales”, como las que se preparan en las Casas de la Solidaridad.
Por último, la especialista remarcó la necesidad de complementar la alimentación saludable con actividad física: “Necesitamos mantener la masa muscular para preservar la autonomía, prevenir caídas y reducir la fragilidad”. En conjunto, una dieta equilibrada y el ejercicio regular son fundamentales para la salud integral de los adultos mayores.
