Cómo es la renovación eléctrica de la flota oficial del Vaticano, impulsada por el Papa Francisco

El sumo pontífice argentino será recordado, entre muchas cosas, por ser quien encabezó la electrificación de la flota oficial del Vaticano. Los detalles. 

24 de abril, 2025 | 15.54

El Papa Francisco falleció el último lunes a los 88 años. Con casi 12 años como sumo pontífice, llevó adelante una gran cantidad de iniciativas que buscaron cambiar no solo la iglesia sino también el mundo. Y además de las más importantes, también hay cambios pequeños por los que será recordado, como las modificaciones en las flotas del Vaticano

Es que el papa argentino fue quien encabezó la transformación de todos los autos y vehículos del Vaticano, con el objetivo de que sean 100% eléctricos. Tras convenios con diferentes fabricantes, esto será a partir de 2030. Conocé acá los detalles.

Cómo es la renovación eléctrica de la flota oficial del Vaticano, impulsada por el Papa Francisco

Si bien inició tiempo atrás, fue en 2023 cuando el Vaticano aceleró la renovación de la flota de vehículos oficiales con el objetivo de que sea completamente eléctrica para 2030. A su vez, este proyecto contemplaba también la implementación de una red de carga en todo su territorio y los alrededores.

Es por esto que el Vaticano firmó un acuerdo con Volkswagen para renovar su parque automotor con vehículos de la marca alemana y Skoda, a través de sistemas de alquiler a medio y largo plazo, según lo anunciado por la Gobernación del Estado religioso.

Impulsada por el Papa Francisco, así es la renovación eléctrica de la flota oficial del Vaticano.

El primer paso de esta nueva estrategia se llevó a cabo con la entrega de unidades de los modelos ID.3 e ID.4, a cuya ceremonia asistió incluso el papa Francisco. Se trató de los primeros ejemplares que son las versiones Pro Performance, que cuentan con una batería de 58 kWh y un motor eléctrico trasero de 207 CV. La autonomía es de aproximadamente 430 km para el ID.3 y 530 km para el ID.4 y el ID.5.

Todo este plan, impulsado por el Papa Francisco y materializado en los últimos años, con la mente puesta en 2030, busca sustituir progresivamente los vehículos de propiedad estatal por vehículos eléctricos, implementando una red de carga propia en el territorio del Estado Vaticano y en áreas extraterritoriales de la ciudad de Roma. 

Además de ampliar su uso a los empleados, el proyecto se compromete a asegurar que la alimentación de las estaciones de carga provenga exclusivamente de fuentes renovables. "El Estado de la Ciudad del Vaticano se compromete desde hace muchos años a promover el desarrollo sostenible a través de políticas ecológicas para salvaguardar el medio ambiente y proporcionar estrategias de ahorro energético", precisó un comunicado difundido por la sede central de la Iglesia Católica.