Se supo cuándo van a dejar de caer plátanos en Buenos Aires

Cada primavera, los plátanos cubren Buenos Aires con sus pelusas y polen, generando irritación y alergias que solo se alivian con la llegada de las lluvias a fines de noviembre.

30 de octubre, 2025 | 13.36

Cada primavera, la Ciudad de Buenos Aires y gran parte del conurbano bonaerense se ven cubiertos por una nube de pelusas flotando en el aire. No se trata de polvo ni contaminación: son los frutos de los plátanos, árboles elegidos por su sombra generosa, pero temidos por quienes padecen alergias. Este año, la situación se volvió especialmente intensa: una mayor carga de semillas recubiertas de filamentos convirtió el fenómeno en un verdadero caos urbano, con miles de personas afectadas y las redes sociales llenas de quejas.

Las llamadas “pelusas” son, en realidad, semillas provistas de finos filamentos que les permiten dispersarse con el viento. Los plátanos cuentan con ejemplares masculinos y femeninos, por lo que el aire cumple un papel fundamental en su fecundación. Si bien estas fibras no generan alergias en sentido estricto, como sí lo hace el polen, su contacto con los ojos, la nariz o la garganta puede provocar irritación mecánica, ardor, picazón y sensación de arenilla.

El verdadero problema para los alérgicos es el polen del plátano, que contiene proteínas capaces de desencadenar rinitis, conjuntivitis e incluso crisis asmáticas. Este año, la combinación de alta floración, viento seco y falta de lluvias agravó el cuadro, intensificando los síntomas en quienes ya son sensibles.

Cuándo termina la temporada crítica de plátanos 

El período más complicado se extiende entre septiembre y noviembre, con picos hacia mediados de octubre. Recién hacia fines de noviembre o comienzos de diciembre, cuando las flores completan su ciclo y el polen comienza a disminuir, la situación empieza a normalizarse. Las lluvias son grandes aliadas: al caer, limpian el aire y arrastran al suelo tanto las pelusas como el polen, reduciendo notablemente la carga ambiental. En cambio, los días secos y ventosos mantienen las partículas en suspensión, empeorando el malestar.

Los plátanos pueden desencadenar rinitis, conjuntivitis e incluso crisis asmáticas.

Qué hacer mientras tanto

  • Hasta que las lluvias y el tiempo den alivio, los especialistas recomiendan:
  • Evitar salir temprano o al atardecer, cuando hay más concentración de polen.
  • Usar lentes de sol y barbijos livianos para proteger ojos y vías respiratorias.
  • Mantener las ventanas cerradas en días ventosos y ventilar brevemente cuando no haya polen en suspensión.
  • Limpiar con paños húmedos para evitar que las partículas se dispersen.
  • Realizar higiene nasal con solución salina al regresar a casa.
  • Consultar a un alergista si los síntomas son persistentes.

Con la llegada de diciembre, las lluvias y el fin del ciclo floral traerán alivio. Hasta entonces, solo queda cuidarse y tener paciencia: el paisaje de veredas cubiertas de pelusas pronto será reemplazado por el verde pleno del verano porteño.