A la hora de remodelar antiguas construcciones es de esperarse que aparezcan ciertos elementos valiosos para la historia de la cultura y la ciencia, sin embargo a un grupo de investigadores se topó con lo inesperado mientras remodelaban una iglesia en Alemania: hallaron un tesoro oculto con más de 400 años de antigüedad.
El hecho se dio en la iglesia de San Andrés, ubicada en Eisleben, donde un grupo de personas que trabajaban en la remodelación del templo religioso hallaron un tesoro oculto dentro de una de las estatuas. Se trata de un total de 816 monedas escondidas en la pierna de una de las figuras de arenisca de la escultura desde el siglo XVII.
Esta situación dio mucho que hablar, sobre todo porque a muchos les llamaba la atención que el tesoro no haya salido a la luz antes. Según detallaron, entre las piezas encontradas hay ducados de oro, monedas de plata, peniques y un raro ejemplar conocido como “ángel dorado”.
Aunque si bien todavía se está investigando el origen de las monedas, se cree que se escondieron aproximadamente en 1640, durante los últimos años de Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Alemania fue foco de muchos conflictos políticos y sociales durante este periodo, lo que causó que los sacerdotes escondieran este tesoro que, al parecer, formaba parte de los fondos de la iglesia.
Tiene 1000 años y un uso impensado: hallaron el “smartphone” más antiguo del mundo
Hoy en día los smartphones son herramientas indispensables para el trabajo, el estudio e incluso la vida social, tanto así que muchas personas llegan a preguntarse cómo es que antes se podía vivir sin ellos. Aunque la tecnología avanza rápido y cada vez hay más diseños modernos, en un momento se diseñó el primer celular inteligente y resulta que fue mucho antes de lo que las personas creen: un reciente grupo de investigadores descubrieron los restos del primer smartphone que data de hace 1000 años.
El suceso se dio en la Fondazione Museo Miniscalchi-Erizzo en Verona, Italia y fue hecho por la investigadora de Cambridge, Federica Gigante. Se trata de un astrolabio, un artefacto astronómico que sirvió como intercambio de conocimientos entre judíos y árabes hace más de un milenio. Por su peculiar forma de funcionar y el uso intensivo que se le daba en aquella época, los científicos decidieron llamarlo el "smartphone" de la antigüedad, pese a que su uso estaba ligado estrictamente a la astronomía.
Este artefacto, que se cree que data del siglo III a.C., en la era de Apolonio de Perga, se utilizaba para identificar identificar la posición y altura de las estrellas en el cielo. Su principal uso fue para medir las distancias del sol y la luna a la tierra y catalogar alrededor de 850 estrellas. Incluso fue utilizado con fines religiosos, ya que muchos musulmanes de la época lo usaron para ubicar la Meca y establecer los periodos de oración como dice en el actual Corán.
A lo largo de sus años de uso, el astrolabio sufrió diversas modificaciones como la traducción al hebreo o, la más importante, la modificación de los valores de latitud en varias ciudades. Es precisamente por este último punto que la historiadora lo comparó con un smartphone ya que "realizar las revisiones de latitud fue como añadir aplicaciones a su propio teléfono inteligente".