Existen cuatro hábitos que definen si tenés una inteligencia de oro, según expertos. Es muy difícil definir la inteligencia, pero según los parámetros científicos, se mide a través del coeficiente intelectual. Ser inteligente no necesariamente tiene que ver con la capacidad para resolver problemas matemáticos, ni tener un vocabulario complejo o hablar varios idiomas. Hay muchos tipos de inteligencia, pero los expertos coinciden en que quienes realizan estos cuatro hábitos, tienen una inteligencia superior al promedio de las personas.
Estos cuatro hábitos distintivos, según varios estudios científicos, indican quiénes tienen un coeficiente intelectual elevado. De hecho, estos cuatro aspectos no tienen nada que ver con sus calificaciones, las carreras universitarias que eligen ni su capacidad de lógica y razonamiento. Lejos de todo esto, se trata de cuatro rasgos de personalidad con los que, seguramente, cualquier persona se podría identificar con al menos uno.
Los cuatro hábitos que comparten las personas con una inteligencia de oro, según la ciencia
1. La capacidad de escucha
"Una persona con un coeficiente intelectual alto no es tan habladora como sí oyente", afirman investigadores de un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology. Según este estudio, las personas que le dedican más tiempo y energía a escuchar en vez de a hablar tienen una inteligencia superior. Su capacidad de escuchar de manera activa en vez de protagonizar las conversaciones es una característica clave de un nivel de inteligencia elveado. Lejos de ser una actitud pasiva, esta actitud ayuda a tener una mejor comprensión sobre las personas que te rodean y te convierte en una persona más analítica, detallista y observadora.
2. La tendencia a la soledad
Aunque la soledad puede ser vista como algo malo por muchas personas, según los investigadores Norman Li de la Singapore Management University y Satoshi Kanazawa de la London School of Economics, las personas más inteligentes tienden a la soledad. Estas personas evitan las multitudes y son muy protectoras de su individualidad. Les gusta preservar su energía mental y evitar las distracciones del mundo exterior. Encuentran paz en la soledad y les es indispensable para encontrar un equilibrio interno.
3. La sensibilidad sensorial
Otra investigación del Instituto Karolinska en Suecia reveló que las personas más inteligentes son las más sensibles a nivel sensorial. Estas personas se ven abrumadas con los estímulos externos, como el ruido, los gritos, el bullicio de las multitudes, e incluso los olores o el contacto físico. Este rasgo va muy en sintonía con la tendencia a la soledad. Es importante destacar que en extremos, estos comportamientos pueden ser peligrosos para la salud mental.
4. El desorden y lo multidisciplinario
Las personas con un mayor coeficiente intelectual tienden a ser más desordenadas, ya que para ellos, los entornos caóticos son más estimulantes para la generación de ideas. Estas personas, a diferencia de las ordenadas, que necesitan espacios limpios y prolijos para poder ser productivos, se ven más estimulados por entornos desordenados, según Business Insider.
A su vez, estas personas con un coeficiente intelectual más elevado al promedio se sienten agobiadas por las rutinas y están todo el tiempo aprendiendo cosas nuevas, ya que de lo contrario, se sienten estancadas. Para ellos, es fundamental trabajar en múltiples disciplinas a la vez, aprender varias cosas o ejercer múltiples tareas al mismo tiempo, ya que lo viven como un desafío mental.