¿Vida extraterrestre? qué son las "lunas de los agujeros negros" que sorprenden a los científicos

Un estudio científico reveló increíbles datos sobre la vida extraterrestre: por qué las "lunas de los agujeros negros" serían clave para confirmar que existen.

02 de julio, 2025 | 13.23

Un nuevo estudio científico, realizado por el físico de la Universidad de Harvard Avi Loeb, sugiere que la clave para encontrar vida alienígena avanzada podría estar escondida en una zona totalmente insospechada. Desde hace siglos, la comunidad científica se pregunta si es posible que existan otras vidas en la Tierra, más allá de la vida humana. Según esta investigación, publicada en Research Notes of the AAS, no solamente es un hecho, sino que además la clave para descubrirlo está en lo que el científico llamó las "lunas de los agujeros negros".

Lo cierto es que hasta ahora, no hay ninguna prueba concreta que haya salido a la luz que confirme la existencia de los alienígenas. Uno de los principales obstáculos es que no se sabe con certeza qué es lo que hay que buscar. Además, no hay garantía de que una civilización más avanzada utilice las mismas fuentes que nosotros, los humanos, para generar energía. En este contexto, entra en juego la escala de Kardashev, una forma de clasificar civilizaciones según la cantidad de energía que son capaces de utilizar.

Las más avanzadas podrían manejar energías imposibles de imaginar para nosotros, por lo que los científicos intentaron imaginar posibles fuentes de energía compatibles con la física que conocemos. El concepto de la esfera de Dyson sostiene que, alguna vez, se construyó una megastructura alrededor de una estrella para capturar la mayor parte de su energía, y luego dirigirla a donde se necesite. Sin embargo, no hay evidencia de que existan tales estructuras, lo que podría indicar que son innecesarias.

Una alternativa menos explorada es la posibilidad de extraer energía de agujeros negros en rotación, conocidos como agujeros negros de Kerr. Esta idea fue propuesta por el físico y matemático Roger Penrose en 1969, a través de un mecanismo que se conoce como el proceso de Penrose. Según esta teoría, sería posible extraer energía si un objeto entra en la ergosfera y se divide en dos. Una parte sería absorbida por el agujero negro, mientras que la otra escaparía con mayor energía de la que tenía originalmente.

Qué son las "lunas de los agujeros negros", según el científico Avi Loeb

"Imaginemos que lanzamos una partícula desde muy lejos a la ergosfera de un agujero negro de Kerr, siguiendo una órbita retrógrada, es decir, una trayectoria dirigida en contra de la dirección de rotación del agujero negro", explica Jorge Pinochet, profesor de física en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, en diálogo con IFL Science. "Supongamos que calculamos la trayectoria de tal manera que, al entrar en la ergosfera, la partícula se fragmenta en dos partes: una es absorbida por el agujero negro y la otra escapa, alejándose a una distancia arbitrariamente grande", continúa.

Gracias a las condiciones extremas de gravedad, la relatividad general permite que el fragmento absorbido tenga energía negativa. En este sentido, el científico explica que "el truco para obtener este resultado es que el agujero negro absorbe energía negativa, lo que provoca una reducción de su masa-energía, lo que se traduce en una disminución de su velocidad de rotación. En otras palabras, hemos extraído energía rotacional del agujero negro".

A partir de estas conclusiones, Avi Loeb plantea que una civilización alienígena podría crear su propio agujero negro en miniatura, o capturar uno primordial y colocarlo en órbita como si fuera una luna. Además, agrega que una civilización de este tipo podría vivir incluso en un planeta sin sol, utilizando este “horno cósmico” como única fuente de energía. Según sus cálculos, un agujero negro muy chico, alimentado con una cantidad moderada de materia, podría proporcionar energía suficiente.

Loeb también sostiene que, si en algún momento detectamos un planeta errante rocoso iluminado por una fuente de rayos gamma, sin una estrella cercana, deberíamos considerar seriamente la posibilidad de que estemos ante una construcción alienígena. Por el momento, todo esto sigue en el terreno de la especulación científica. Todavía no hay suficiente evidencia de que los agujeros negros primordiales existan, por lo que pensar en capturarlos o crearlos está muy lejos de nuestra tecnología actual. Sin embargo, la teoría de Loeb podría estar cerca de descubrir una gran verdad sobre la vida alienígena.