Con la llegada del invierno y las temperaturas bajo cero, las plantas de exterior se enfrentan a condiciones extremas que pueden afectar gravemente su salud. Para evitar que sufran daños por las heladas, es fundamental tomar una serie de precauciones y estar atentos a los signos de advertencia que indican estrés por frío.
Uno de los cuidados más importantes durante el invierno es asegurar una buena hidratación. Las plantas bien regadas tienen mayor capacidad de resistir el frío, ya que el agua actúa como aislante térmico dentro de los tejidos vegetales. Eso sí, hay que evitar el exceso de agua, especialmente si el suelo no drena bien.
Las especies tropicales y subtropicales son particularmente sensibles al frío. Acostumbradas a climas cálidos, pueden sufrir graves daños al enfrentarse a temperaturas extremas sin un proceso previo de aclimatación. En estos casos, lo ideal es trasladarlas a un lugar protegido o cubrirlas con manta térmica o plástico especial para jardinería.
Cómo saber si tus plantas están sufriendo
Después de una helada o un evento de frío intenso, es importante observar si las plantas muestran señales de daño. Algunos de los síntomas más comunes son las manchas en el follaje, como decoloraciones o manchas marrones en las hojas, también demora en el crecimiento, lo cual detiene el desarrollo vegetal, las quemaduras en las puntas, las hojas secas o con bordes “quemados” o las flores marchitas o dañadas con pérdida de color, caída prematura o aspecto deslucido.
Cinco recomendaciones para proteger las plantas durante las heladas
- Cubrir las plantas con tela antiheladas o mantas térmicas por la noche.
- Agrupar macetas para conservar mejor el calor entre ellas.
- Evitar podas o fertilizaciones intensas en esta época.
- Colocar las plantas más delicadas en zonas reparadas del viento o bajo techos transparentes.
- Proteger las plantas del frío no solo ayuda a mantener su belleza, sino que también preserva su salud para que puedan florecer con fuerza cuando regresen las temperaturas más cálidas.