Cada 29 de julio se celebra el Día Mundial de la Lasagna, una fecha ideal para rendir homenaje a uno de los platos más emblemáticos de la cocina italiana. En la ciudad de Buenos Aires, la gastronomía local ofrece opciones que combinan tradición, calidad y creatividad a la hora de preparar esta receta inconfundible, con versiones tanto clásicas como innovadoras.
5 lugares donde comer lasagna en Buenos Aires
Ciro: tradición artesanal en Palermo y Puerto Madero
Con una propuesta centrada en la cocina casera, Ciro se ganó un lugar destacado dentro del circuito gastronómico porteño. En sus sedes de Palermo y Puerto Madero, este restaurante y cafetería de estilo familiar ofrece una lasagna artesanal disponible todos los días, tanto al mediodía como por la noche.
Preparada con masa fresca elaborada a diario, el plato puede pedirse con distintos rellenos, entre ellos la clásica boloñesa o una variante vegetariana de espinaca con ricota. El comensal puede elegir entre diversas salsas: pomodoro, rosa, crema de panceta o pesto. El ambiente cálido de sus locales y la atención al detalle en cada preparación convierten a Ciro en una parada ideal para disfrutar del Día Mundial de la Lasagna.
Puchero: una cantina moderna con alma barrial
Ubicado en Villa Luro, Puchero combina el espíritu de las cantinas tradicionales con una impronta contemporánea. La lasagna de la casa se destaca por su abundancia y sabor, elaborada con capas de masa casera, carne braseada, ricota, espinaca, jamón y mozzarella. La preparación se realiza en un salón exclusivo de producción ubicado en el mismo restaurante, lo que garantiza frescura y calidad en cada porción.
La carta incluye otras especialidades de pastas y una cuidada selección de vinos y vermuts. El espacio, amplio y lleno de luz, está decorado con plantas y detalles restaurados que refuerzan su esencia porteña. Ideal para quienes buscan reconectar con sabores caseros en el marco del Día Mundial de la Lasagna.
La Parolaccia: cocina italiana con historia y carácter
Con más de 30 años de trayectoria en la gastronomía argentina, La Parolaccia se posiciona como un referente indiscutido de la cocina italiana. En su carta, la lasagna ocupa un lugar especial con dos versiones que reflejan el respeto por la tradición. La “alla bolognese” incluye carne de ternera cocida lentamente, salsa blanca, tomate y queso parmesano, mientras que la “di vegetales” combina calabaza, zucchini, berenjena, espinaca, ricota y mozzarella.
Ambas opciones se gratinan antes de servirse, ofreciendo una textura que alterna lo cremoso con lo crocante. Las sucursales repartidas en distintos barrios permiten acceder a esta experiencia sin salir de la ciudad.
Sole di Parma: sabor casero con sello italiano en Tigre
En el partido de Tigre, Sole di Parma celebra el Día Mundial de la Lasagna con su “Lasagna della Nonna”, un plato del día que refleja tradición y técnica. El relleno de ragú de cerdo cocido lentamente se entrelaza con pasta fresca y una bechamel cremosa. El parmigiano reggiano rallado y dorado al horno aporta intensidad y aroma.
La carta se completa con entradas, cócteles como el Spritz y postres con identidad italiana, como el spumoni de tres sabores y la ciambella de queso crema, limón y arándanos. Un espacio para viajar a Italia sin salir del conurbano.
Ostende: dos versiones especiales por el Día Mundial de la Lasagna
Este encantador restaurante de Colegiales se suma a los festejos con dos propuestas fuera de carta, pensadas exclusivamente para el 29 de julio. Por un lado, una lasaña veggie con láminas de berenjena y zucchini, bechamel de espinaca, pomodoro de tomates asados y gratinado de mozzarella. Por otro, una versión tradicional con masa casera, salsa boloñesa, bechamel y jamón cocido.
Acompañadas por una cuidada carta de vinos, estas opciones permiten disfrutar del Día Mundial de la Lasagna con un toque gourmet y un entorno cálido que remite a los antiguos bodegones de la costa.