La NASA realizó una presentación en vivo desde el Centro Goddard para revelar las imágenes inéditas del cometa interestelar 3I/ATLAS, captadas por varias misiones espaciales. Tras casi siete semanas de pausa forzada por el cierre administrativo del gobierno estadounidense, la agencia retomó la difusión y mostró no solo las imágenes del cometa, sino también material obtenido por la Mars Reconnaissance Orbiter durante la aproximación del objeto a Marte a principios de octubre.
El retraso en la publicación no estuvo relacionado con problemas científicos, sino con el parón que afectó a la NASA entre el 1 de octubre y el 13 de noviembre. Una vez reanudadas las actividades, la agencia confirmó que el comportamiento de 3I/ATLAS es coherente con un cometa interestelar, descartando cualquier anomalía.
La NASA y la Agencia Espacial Europea coincidieron en que las observaciones, combinando datos del telescopio Hubble y el James Webb, describen un cuerpo helado con un tamaño estimado entre 440 metros y 5,6 kilómetros. El cometa presenta una coma activa y muestra una dinámica explicable por la sublimación del hielo al acercarse al Sol. Incluso la aceleración no gravitacional se ajusta a los modelos conocidos para cometas.
Durante la transmisión, una investigadora abordó directamente las especulaciones que rodearon a 3I/ATLAS desde su descubrimiento. Reconoció el interés por imaginarlo como un visitante excepcional, pero aseguró que “con los métodos que tenemos hemos podido comprobar rápidamente que se trataba de un cometa”, cerrando así el debate sin desestimar las teorías, pero reafirmando la solidez del análisis científico.
El evento en vivo sirvió para calmar rumores y ubicar la conversación en el terreno científico: un cometa proveniente de otro sistema estelar que ofrece una oportunidad única para la investigación, pero sin exigir interpretaciones extraordinarias o especulativas. La NASA reveló la mejor imagen obtenida hasta ahora de 3I/ATLAS, tomada desde la órbita de Marte con la cámara HiRISE del Mars Reconnaissance Orbiter el 2 de octubre de 2025.
Aunque no se observa una cola definida en dirección opuesta al Sol, la agencia mantiene que se trata de un cometa natural. En palabras de sus responsables, “hemos hecho un esfuerzo para no solo presentar la información sino para que todo el mundo pueda usarla y analizarla también”.
Las nuevas observaciones ofrecen un retrato más detallado y complejo del cometa que lo que se sabía al inicio. La NASA confirma que 3I/ATLAS no se formó en nuestro sistema solar, algo evidente en la intensidad y estructura inusuales de su coma y cola, que brillan más de lo esperado para un objeto que viene de un entorno estelar desconocido.
Esta luminosidad no es solo un efecto visual, sino que refleja procesos de desgasificación y una composición química particular. Los instrumentos en ultravioleta detectaron proporciones atípicas de dióxido de carbono y otros volátiles poco comunes en los cometas locales, lo que sugiere un origen en condiciones térmicas y químicas muy diferentes a las de nuestro sistema solar.
Los datos reveladores de la NASA sobre el cometa 3I/Atlas
La NASA destacó que estas señales espectrales no solo identifican moléculas, sino que también revelan la historia geológica y el ambiente donde se formó el cometa, dejando una huella particular en el material que expulsa. Además, la trayectoria refinada de 3I/ATLAS indica que su máximo acercamiento a la Tierra será el 19 de diciembre, cuando pase a unos 274 millones de kilómetros. Aunque no representa ningún riesgo, este momento será ideal para estudiar su actividad antes de que desaparezca en la oscuridad del espacio.
La NASA recordó que este es el primer objeto interestelar observado tan cerca del Sol con misiones dedicadas a la heliofísica, lo que abre una oportunidad única para analizar cómo la radiación solar interactúa con un cuerpo proveniente de otro sistema. Los estudios comparativos con cometas conocidos del sistema solar ya están en marcha, con la intención de distinguir qué diferencias son superficiales y cuáles reflejan un origen verdaderamente remoto.
