Elegir un nombre para un hijo es una de las decisiones más significativas para muchas familias. Mientras la mayoría opta por nombres tradicionales como Juan, Agustina o María, algunos se animan a ir más allá. Tal es el caso de “Everest”, un nombre que, según registros oficiales, solo fue otorgado a cuatro personas en toda la Argentina.
La primera vez que se registró este nombre fue en 1965, año en que alcanzó su pico de popularidad, aunque apenas lo llevaron un puñado de personas. Desde entonces, su uso fue tan escaso como simbólico. Inspirado en la mítica montaña del Himalaya, la más alta del mundo, el nombre Everest evoca grandeza, desafío y superación. No es casual que derive del apellido del geógrafo británico Sir George Everest, cuya vida de exploración y estudio también es sinónimo de aspiración.
En un país marcado por tradiciones hispánicas, religiosas e italianas, un nombre inglés como Everest puede sonar ajeno, es por eso que no muchas familias escogieron ese nombre para sus hijos. Sin embargo, su singularidad y fuerza lo mantienen como un misterio encantador dentro del Registro Civil argentino, reservado para quienes nacieron para alcanzar la cima.
Cuáles son los nombres más raros de Argentina en 2025
La originalidad a la hora de ponerle nombre a un hijo no conoce límites en Argentina. Según registros oficiales y relevamientos recientes, en 2024 y 2025 emergieron nombres tan inusuales que parecieron salidos de otro mundo. En Córdoba, los registros civiles revelaron casos únicos como Júpiter, Oasis, Galaxia, Lobo, Bambú, Beckham, Diva, Menta, Nube, Oro, Mariposa, Cleopatra, Thor, Ramsés y Tesla.
.En la Ciudad de Buenos Aires, también se observaron denominaciones extravagantes, registradas una sola vez: Xuxa, Cleopatra, Kennedy, África, Andes, Andrómeda, Asia, Astro, Brooklyn, Cristal, Delfín, Dior, Ibiza, Love, Olimpo, Pacífica, Princess, Toro, Valencia, Venecia, entre otros .
El fenómeno no se limita a nombres literales: también hay registros de bautizos con palabras como Felicidad, Magia, Pasión, Bohemia, Gaviota, Acuarela, Artemisa o Atenas, nombres inspirados en sentimientos, elementos naturales o lugares que evocan un sentido de identidad muy personal
Cabe recordar que, de acuerdo con el Código Civil argentino, no están permitidos los nombres que se consideren “extravagantes” en el sentido de ser ridículos o afecten la dignidad de la persona. Esto no excluye nombres poco comunes, pero sí permite a las autoridades del Registro dialogar con los padres si una elección genera dudas.