La hija de la reina Máxima brilló en un importante evento internacional

La princesa Amalia de Países Bajos fue parte de la primera jornada de la cumbre de la OTAN que contó con la presencia de importantes dirigentes a nivel mundial.

25 de junio, 2025 | 16.25

La primera jornada de la cumbre de la OTAN concluyó con una elegante cena de gala a cargo de los reyes de los Países Bajos en el Palacio Huis ten Bosch, un espacio que evocó la historia y tradición de La Haya. A este evento asistieron jefes de Estado y de Gobierno de los treinta y dos aliados, quienes fueron recibidos por el rey Guillermo Alejandro, la reina Máxima y su hija, la princesa Amalia. La heredera atrajo todas las miradas, especialmente porque se presentó con el brazo vendado tras un accidente ecuestre.

La cena tuvo lugar en el Salón Naranja, un lugar emblemático que hizo más de un siglo albergó la Primera Conferencia de la Paz de La Haya. Este ambiente tan formal requirió un código de vestimenta muy estricto, donde los hombres debieron vestir traje de chaqueta y corbata, mientras que las mujeres eligieron estilismos elegantes y conservadores.

La princesa Amalia destacó con un mono azul marino con un escote en V, que combinó a la perfección con stilettos altísimos y pendientes dorados que realzaron su look. Su presencia fue un verdadero respiro de frescura en medio de la seriedad diplomática.

La joven de 19 años no fue anunciada como asistente a la cena, lo que hizo su aparición aún más impactante. El 10 de junio, el público se preocupó cuando se supo que sufrió una caída mientras montaba a caballo, lo que le ocasionó una fractura que necesitó cirugía. El Servicio de Información del Gobierno confirmó el incidente desde el inicio y mantuvo informada a la población.

El regreso de la princesa Amalia tras el duro accidente 

Sin embargo, el 18 de junio, Amalia hizo un regreso triunfal, acompañada por su padre, el rey Guillermo Alejandro. En su primer acto oficial después de la cirugía, lució un cabestrillo pero se mostró recuperada y lista para volver a sus compromisos. Su presencia en la ceremonia celebrada en el Cuartel Príncipe Bernardo dejó en claro que, afortunadamente, el susto quedó atrás.

En cuanto a la reina Máxima, la argentina deslumbró con un mono de seda verde lima que estilizó su figura de manera espectacular. Este diseño de la firma belga Natan, con un profundo escote en V, se complementó con stilettos de ante color ocre y un broche de diamantes cargado de historia que perteneció a la reina Emma. Su atuendo fue una hermosa combinación entre la modernidad y el legado familiar.

La princesa Amalia y sus padres fueron anfitriones de la cumbre de la OTAN.