Las tres casas a las que se podría mudar el príncipe Andrés tras su renuncia a la realeza

Mientras crecen las dudas sobre su dinero y la polémica en el Parlamento, Carlos III propone nuevas residencias para Andrés y Sarah Ferguson. ¿Qué opciones maneja la realeza para el futuro cercano?

27 de octubre, 2025 | 18.51

El fin de semana en el Reino Unido estuvo marcado por un tema inesperado: la posible mudanza del príncipe Andrés, que eclipsó incluso el histórico viaje de los Reyes al Vaticano. Tras las revelaciones que involucran correos vinculados a Jeffrey Epstein y las memorias de Virginia Giuffre, la figura del duque de York quedó en el centro de la polémica, generando un fuerte debate sobre su permanencia en el Royal Lodge, su residencia en Windsor durante las últimas dos décadas.

El Parlamento británico evalúa abrir un debate sobre su conducta y, mientras tanto, crecen las críticas por las condiciones y privilegios que mantiene en una de las mansiones más grandes de Windsor. Además, surgen cuestionamientos acerca del origen de su fortuna, lo que presiona para que el príncipe Andrés y Sarah Ferguson consideren mudar su residencia.

Las mansiones de William, Harry o Emiratos Árabes: las opciones del príncipe Andrés

En este contexto, el rey Carlos III habría puesto a disposición de su hermano dos casas situadas en los terrenos de Windsor, con la intención de que abandone el Royal Lodge. Según fuentes citadas por medios británicos, las propiedades en cuestión son las antiguas residencias de los príncipes William y Harry, ambas ubicadas dentro del perímetro de seguridad del Castillo de Windsor, lo que facilitaría la protección de la realeza.

Entre las opciones para Andrés figuran Adelaide Cottage, que quedará libre tras la mudanza de los príncipes de Gales a una vivienda más grande, Forest Lodge y Frogmore Cottage, esta última un regalo de bodas que la reina Isabel II otorgó a Harry y Meghan, y que Andrés había rechazado en negociaciones previas. Cabe destacar que, tras la salida de Harry y Meghan del Reino Unido, ellos debieron reembolsar 2,7 millones de euros invertidos en la reforma de Frogmore Cottage, perdiendo también el derecho a que el Estado costee su seguridad.

La casa real británica fue más indulgente con Andrés que con Harry, a pesar de que las circunstancias que afectaron a cada uno son distintas. Aunque la monarquía posee numerosas propiedades y terrenos, la opción más probable es que Andrés continúe residiendo cerca de Windsor o Londres, donde viven sus hijas, para mantener cierta cercanía familiar y logística de seguridad. Desde que dejó de ser un miembro activo, perdió la protección estatal automática, aunque sigue recibiendo ciertos servicios de seguridad, lo que genera controversias sobre quién financia esos gastos.

Una versión que circula señala que Andrés habría pedido dos residencias a cambio de dejar el Royal Lodge, lo que abriría la posibilidad de que Sarah Ferguson, su exesposa desde 1996, reciba una vivienda independiente. Esto significaría que la pareja, conocida por mantener una relación cordial pese al divorcio, volvería a vivir separada, pero en proximidad, si es que Carlos III acepta ofrecerles Adelaide Cottage y Frogmore Cottage como parte del acuerdo.

Este planteo no está exento de polémica, ya que Sarah Ferguson no desempeña funciones oficiales desde hace casi treinta años, y además su relación con Jeffrey Epstein figura en el trasfondo del escándalo que debilitó la posición de Andrés. La concesión de una residencia oficial a alguien en esta situación genera interrogantes sobre la coherencia de la Casa Real.

Los medios británicos coinciden en que las negociaciones para la salida del príncipe Andrés del Royal Lodge avanzan rápidamente, con la intención de evitar un debate parlamentario que podría ser humillante para el duque. Algunos diputados buscan romper con la tradición para discutir la posible retirada definitiva de sus títulos, que Andrés decidió no usar pero conserva.

En paralelo, una oferta llamativa llegó desde Abu Dabi. El jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan, presidente y emir de los Emiratos Árabes Unidos, le ofreció un palacio en sus dominios para que lo utilice mientras define su futuro, según medios británicos.

Royal Lodge, la lujosa mansión en la que vive el príncipe Andrés.