Quién es el misterioso miembro de la realeza británica que esfuerza por pasar desapercibido

La historia de Arthur Chatto, el sobrino-nieto de Isabel II, que abandonó las redes por su carrera militar. Cuál es su puesto en la línea de sucesión al trono.

02 de marzo, 2025 | 18.07

Durante el funeral de Isabel II, un joven en uniforme militar llamó poderosamente la atención de los medios de todo el mundo. Se trataba de Arthur Chatto, nieto de la princesa Margarita, la hermana de la exmonarca británica

A pesar de que tuvo un pasado activo en redes, mostrando su cuerpo atlético, decidió dejar de lado el papel de influencer y se enfocó en su trabajo en los Royal Marines. Sin embargo, aún existen páginas de fanáticos que comparten imágenes suyas, pues es considerado como el "príncipe azul" del siglo XXI.

Arthur Chatto es cercano a su familia, pero no es común verlo en los grandes eventos públicos de los Windsor. En la actualidad, ocupa el puesto trigésimo primero en la sucesión al trono, por lo que la posibilidad de que se convierta en rey es bastante remota.

Durante la pandemia, Arthur decidió compartir en redes sociales sus rutinas de entrenamiento desde la ciudad de Edimburgo, donde estudió Geografía en la universidad. Después, tomó la decisión de ingresar en los exigentes Royal Marines, siendo el primer miembro de la familia real británica en formar parte de este escuadrón. El entrenamiento es tan demandante que no muchos logran superarlo.

Es interesante mencionar que los padres de Arthur. Lady Sarah Frances Elizabeth Chatto (hija de Margarita) y el exactor Daniel St George Chatto,  se co}nocieron en India durante el rodaje de una película. Años después, se casaron y él nació en 1996. Su hermano mayor, Samuel, también estudió en el Eton College.

Arthur fue relacionado con Lizzie Friend, quien lo acompaña discretamente en cada una de sus aventuras deportivas, pero pocas certezas hay sobre su vida privada. Pues a pesar de haber coqueteado al principio con las redes sociales, Arthur optó por cerrar sus perfiles y enfocarse en su carrera militar

Arthur Chatto de niño, junto a unos jóvenes príncipes William y Harry.

Este es el motivo por el que la familia real británica cambió su apellido a Windsor

La familia real británica ha sido conocida durante décadas por el apellido Windsor, un nombre que se ha convertido en sinónimo de la monarquía del Reino Unido. Sin embargo, este no fue siempre su apellido original. A lo largo de la historia, diversas circunstancias llevaron a modificarlo, marcando un antes y un después en la identidad de la realeza británica. Comprender por qué la familia real cambió su apellido requiere analizar un contexto político y social que influyó en esta decisión.

Antes de 1917, la familia real llevaba el apellido Sajonia-Coburgo-Gotha, una herencia de origen alemán que provenía del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria. Esta denominación no generaba controversia hasta que estalló la Primera Guerra Mundial, un conflicto que enfrentó a Reino Unido con Alemania. Con el paso del tiempo, el sentimiento antialemán comenzó a intensificarse en la sociedad británica, lo que generó una creciente incomodidad respecto al apellido de la realeza.

Uno de los eventos que reforzó esta percepción ocurrió el 7 de julio de 1917, cuando un bombardeo en el este de Londres dejó decenas de muertos. El ataque fue perpetrado por aviones alemanes conocidos como Gotha, un nombre idéntico al del linaje de la familia real. Este hecho avivó la indignación en la población, lo que llevó a que la monarquía tomara medidas para distanciarse de cualquier asociación con Alemania.

El nacimiento de la casa de Windsor

En respuesta a la creciente presión social, el rey Jorge V decidió adoptar un apellido que reflejara mejor la identidad británica. Siguiendo la recomendación del primer ministro, la familia real dejó atrás su antiguo nombre y pasó a ser conocida como la casa de Windsor, en honor al castillo que ha sido residencia de la monarquía durante siglos. Este cambio no solo tenía un propósito simbólico, sino que también buscaba reforzar el vínculo de la corona con el pueblo británico en un momento de crisis.

A partir de ese momento, todos los monarcas y sus descendientes comenzaron a utilizar el apellido Windsor cuando era necesario, consolidando una nueva identidad para la realeza. Este cambio ayudó a restaurar la confianza de la población en la monarquía y evitó que la familia real fuera vista con recelo debido a sus raíces alemanas.

El uso del apellido Windsor continuó sin modificaciones hasta la llegada de la reina Isabel II. Al casarse con el príncipe Felipe, surgió la expectativa de que sus hijos llevaran el apellido Mountbatten, en honor a la familia paterna. Sin embargo, algunas autoridades se opusieron a esta idea, debido a que el apellido también tenía orígenes alemanes. Para evitar una controversia similar a la de 1917, la casa real estableció en 1960 que los descendientes de Isabel II utilizarían el apellido Mountbatten-Windsor en los documentos oficiales.