Cómo hacer pavlova perfecta: secretos del merengue y receta casera

Descubrí los tips infalibles para lograr una pavlova con merengue crujiente por fuera y suave adentro. Receta fácil y elegante.

25 de octubre, 2025 | 11.19

Descubrí los secretos para preparar una pavlova espectacular que combine un merengue crujiente por fuera con un interior suave y esponjoso. Este postre de origen australiano-neozelandés, creado en honor a la bailarina Anna Pavlova, se convirtió en un clásico por su elegancia y sabor. Te guiamos paso a paso para que logres una versión impecable en tu casa.

Paso a paso para tu pavlova

El corazón de toda pavlova reside en su merengue. Para comenzar, usá huevos a temperatura ambiente, ya que las claras se van a batir mejor y alcanzarán mayor volumen. Separá las claras con cuidado, evitando cualquier rastro de yema que podría arruinar el resultado. Batí las claras a velocidad media hasta que formen picos suaves, momento en el cual vas a comenzar a agregar el azúcar de manera gradual.

La paciencia es fundamental durante el batido. Incorporá el azúcar muy lentamente, batiendo continuamente hasta que el merengue esté firme y brillante. Justo al final, añadí una cucharadita de vinagre blanco y otra de maicena, que va a ayudar a estabilizar el merengue y le darán esa textura característica: crocante exterior con centro blando.

Precalentá el horno a 120°C, temperatura baja pero esencial para secar el merengue sin dorarlo. Formá un círculo con el merengue sobre una bandeja con papel manteca, creando un leve hundimiento en el centro donde después irá la crema. La horneada lleva entre 1 hora 30 minutos y 2 horas, dependiendo de tu horno.

El merengue estará listo cuando lo veas seco y crocante por fuera. El paso siguiente es igual de importante: apagá el horno y dejá la pavlova dentro con la puerta entreabierta hasta que se enfríe completamente. Este proceso lento evita que el merengue se agriete o baje abruptamente, preservando su textura ideal.

Mientras el merengue se enfría, prepará la crema batida. Utilizá crema de leche bien fría, azúcar glas y un toque de vainilla. Batí hasta obtener picos firmes pero manteniendo la suavidad característica de la crema chantilly. La clave está en no batir en exceso para que no se corte y mantenga su textura sedosa.

Armala justo antes de servir para mantener lo crocante del merengue.

Llegó el momento del armado, preferentemente justo antes de servir. Colocá la crema batida sobre el merengue ya frío, distribuyéndola por el centro hundido. Decorá con frutas frescas y firmes como frutillas, kiwis, arándanos o las que prefieras. Las frutas jugosas pueden humedecer el merengue, así que si usás frutas muy húmedas, colocálas en el momento.

Consejos profesionales para tu pavlova

Para una presentación impecable, considerá estos tips adicionales. Las frutas de estación no solo aportan frescura sino también color al postre. Si te sobra merengue, guardalo en un recipiente hermético para evitar que absorba humedad. Recordá que la pavlova es un postre que gana cuando se sirve inmediatamente después de armada.

Este postre combina a la perfección con salsas de frutos rojos o con un toque cítrico de maracuyá. Su versatilidad te permite crear diferentes versiones según la ocasión. Con estos secretos, tu pavlova quedará perfecta y se convertirá en el protagonista de cualquier celebración familiar o encuentro especial.