La muerte del Papa Francisco a los 88 años desembocó en una parálisis mundial ante el dolor por la pérdida del líder de la Iglesia Católica, uno de los argentinos más influyentes de la historia. Entre todos los recuerdos y homenajes post mortem, las redes sociales revivieron el impacto de la película Cónclave, de Edward Berger, que se adentra en el misterioso proceso de elección de un nuevo Papa.
Cónclave se mete en las profundidades de la cúpula eclesiástica con una adictiva historia de espionaje y conspiraciones políticas en una cumbre de cardenales que ansían convertirse en el próximo Papa. Cuando el líder de la Iglesia Católica muere inesperadamente, los miembros del Colegio Cardenalicio se reúnen en el Vaticano para celebrar la elección del nuevo pontífice. Dicha elección definirá una nueva era para la Iglesia. Reunidos a puertas cerradas en la Capilla Sixtina, cardenales de todo el mundo compiten por el honor en un hermético ritual cuyas raíces se remontan a siglos pasados.
Quiénes son los candidatos a ser el nuevo Papa en Cónclave
La película sigue al cardenal Lawrence, decano del Colegio Cardenalicio, mientras emprende la tradicional tarea de dirigir el cónclave. En medio de una intriga política que determinará el futuro de la Iglesia católica, Lawrence descubre un misterio cuya solución podría sacudir los cimientos de la antigua institución. Surgen varios favoritos, entre ellos los cardenales Bellini (Stanley Tucci), del Vaticano; Trembley (John Lithgow), de Montreal; Tedesco (Sergio Castellitto), de Venecia, y Adeyemi (Lucian Msamati), de Nigeria, quien podría convertirse en el primer papa africano de la historia. Cada uno de ellos tiene sus propios planes, y también sus propios secretos comprometedores que, de ser revelados, podrían bloquear el camino hacia el cargo más poderoso de la Iglesia católica.
A medida que emergen revelaciones impactantes y maquinaciones maquiavélicas que amenazan con descarrilar el proceso, Lawrence lucha con su propia conciencia y sus crecientes dudas sobre su propio propósito. Cuando descubre que el difunto papa tenía sus propios secretos, su sentido del deber lo obliga a intentar descubrirlos, pero nada lo prepara para un giro final impactante. Repleta de tensión e impregnada de tradición, Cónclave es un apasionante thriller de misterio que explora el funcionamiento interno de la Iglesia católica con una mirada sin precedentes e iluminadora. Basada en la aclamada novela del exitoso autor Robert Harris (Enigma, Un oficial y un espía), Cónclave sumerge al público en un mundo que muy pocos han visto con sus propios ojos: el mecanismo de elección de un Papa, un secreto guardado que nunca antes había salido a la luz.
En Cónclave, se ofrece una visión de un mundo lleno de intrigas políticas e intereses contrapuestos, con diferentes partidos y facciones que intentan superar unos a otros. En la película los personajes son extraños y tienen cosas que ocultar, sus éticas y la morales se desdibujan así como su integridad espiritual casi como una metáfora de la galopante crisis de fe que hay en el mundo.
Cónclave se creó pensando en la elección del Papa Francisco
La idea de Cónclave se le ocurrió al escritor Robert Harris mientras veía la cobertura televisiva del cónclave de 2013 en el que fue elegido el Papa Francisco. Al ver las caras de los cardenales, se le cruzó por la cabeza que parecían más políticos que clérigos. “Me prometí a mí mismo que investigaría un poco sobre cómo funciona el proceso. Enseguida pensé que un cónclave tenía mucho potencial dramático”, recordó el autor en un comunicado para la prensa. Como una suerte del destino, el editor italiano de Harris estaba terminando un libro escrito por el Secretario de Estado para el Vaticano y los puso en contacto. “Pedí ver algunos lugares específicos como la Casa Santa Marta, donde se alojan los cardenales durante el cónclave, la Capilla Sixtina, donde se llevan a cabo las votaciones, etc. El proceso de elección del papa en un cónclave está establecido en la legislación del Vaticano, y leí todos los relatos disponibles de cónclaves anteriores. Pero lo más divertido fue inventar el Colegio Cardenalicio en su totalidad. Creé un nuevo cardenal para cada lugar del mundo que tuviera uno en verdad”, añadió.