El Chaqueño Palavecino es uno de los artistas relevantes del ambiente del folklore en Argentina y en los últimos días, se vio atravesado por varias situaciones vinculadas a su vida artística. En este contexto, el cantante de 65 años pisó Buenos Aires para presentarse en el Teatro Vorterix y brindó un mensaje que conmovió al ambiente de la música popular.
Sin dudas que El Chaqueño Palavecino es uno de los exponentes del folklore en Argentina y en este 2025, se encuentra celebrando 40 años en la música. En medio de su intensa vorágine de actividades cargadas de recitales en distintas partes del país, estuvo atravesado por una triste noticia: murió "Pocho" Lazarte, quien fue su guitarrista años atrás.
Tras su primer show en el Teatro Vorterix, el artista de 65 años utilizó sus redes sociales para exponer las sensaciones de su visita a Buenos Aires. "Anoche vivimos el primero de dos shows en el Teatro Vorterix… ¡y fue una verdadera fiesta! La energía que se sintió, el canto, los bailes, el calor del público… ¡me llenaron el alma!", expresó.
"Gracias por acompañarme con tanto amor y por hacer vibrar cada canción. Nos vemos esta noche para seguir celebrando juntos ¡Que viva el folklore y la patria!", concluyó El Chaqueño, arengando a su público para el segundo show del sábado 3 de mayo. "Cuanto me alegro que te quieran así, yo me quedé en Salta y te puedo disfrutar más seguido; "Por primera vez fui a ver sola, que emoción tan grande tenerte tan cerca"; "Gracias eternas por tu entrega, por tu música. Cada día más grande", fueron algunos de los comentarios indicados por sus seguidores en las redes sociales.
Tiene de todo y es un sueño: las fotos de la impactante casa de Soledad Pastorutti
La casa de La Sole se encuentra en un amplio terreno que parece sacado de un sueño, en el que la naturaleza y el contacto con los animales son protagonistas. La artista logró crear un verdadero refugio, donde la paz y la cercanía con el campo se combinan con el confort de su hogar. Los fanáticos que pasan por Arequito a menudo no pueden evitar hacer sonar la bocina al ver su casa, lo que muestra el cariño que despierta la cantante en su comunidad.
En cuanto a su historia de vida, Soledad contó en varias entrevistas que vivió un tiempo en Buenos Aires, pero que siempre regresaba a Arequito los fines de semana, donde se sentía más cerca de sus raíces. "Viví casi dos años en Buenos Aires en la semana y los fines de semana volvía al pueblo. Como los estudiantes", explicó. A pesar de la distancia, nunca consideró que vivir a 400 kilómetros de la capital fuera un impedimento para desarrollar su carrera. De hecho, le gusta la vida en la ruta, y en los últimos tiempos es su marido, Jeremías, quien toma el volante.
El terreno que rodea la casa de Soledad es tan amplio que permitió a su familia construir un pequeño "barrio propio". Primero, los padres de la cantante levantaron su hogar, luego ella construyó el suyo y, más tarde, su hermana Natalia también eligió seguir la tradición familiar y edificar su propia casa en el terreno. Este espacio tiene todo lo necesario para disfrutar de largas horas al aire libre: caballos, cabras, perros, gansos y hasta una tortuga, son solo algunos de los animales que comparten el día a día de la familia.
Uno de los lugares más queridos de la casa es la pileta, que en verano se convierte en el centro de reuniones familiares, junto al quincho, donde se celebran encuentros inolvidables con seres queridos. Por las noches, es habitual que todos los integrantes de la familia se reúnan a cenar, para luego retirarse a sus respectivos hogares.