A días del recambio legislativo, el Congreso vive horas de intensas negociaciones a la espera de definiciones clave. Mientras La Libertad Avanza intenta arrebatarle la primera minoría al peronismo, también hay tensión por la composición del tercer espacio que buscará mediar en cada discusión entre los dos polos.
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Previo a la elección, ese lugar natural lo ocuparía Provincias Unidas. Pero dada la insuficiente cantidad de votos acumulados, se está avanzando en una fusión entre los legisladores con terminal directa en gobernadores y la bancada que ya conducía Miguel Ángel Pichetto, Encuentro Federal.
Es por eso que este miércoles a las 14:30 Pichetto encabezará una cumbre que buscará consolidar el espacio y sumar hasta 24 legisladores, en un cálculo optimista. La reunión será picante y atravesada por numerosas internas.
En primer término, no todos los gobernadores que se presentaron bajo el sello PU sentarán ahí a sus diputados. En segundo, la conducción de Pichetto también es desafiada por otros jefes provinciales. Semanas atrás se comentaba la intención del ex gobernador cordobés Juan Schiaretti de presidir el espacio, hoy ya está descartado. Sin embargo, otro nombre que suena es el de la vicegobernadora santafesina Giselle Scaglia, patrocinada por Maximiliano Pullaro. Aunque, en caso que se confirme la continuidad de Pichetto, Scaglia podría convertirse en autoridad de la Cámara, detrás de Martín Menem. “Los votos están. Hasta Julio Cobos fue vicepresidente tercero”, recordó un diputado opositor.
La semana pasada ya hubo un encuentro similar donde los legisladores con 2 años de mandato en curso en la era libertaria le dejaron en claro a los gobernadores que el espacio será de oposición. En ese grupo están desde el socialista Esteban Paulón hasta el ex PRO Nicolás Massot y el propio Pichetto. La indefinición de los gobernadores es un factor urticante para esos diputados que lidiaron con sus zigzagueos permanentes durante los primeros dos años de Javier Milei.
“Volarán sillas”, bromean algunos miembros del espacio respecto a la jornada de decisiones por delante. A los diputados vinculados a los gobernadores de Córdoba y Santa Fe, se le suman los de Corrientes de Gustavo Valdés mientras este define si asumirá o no la presidencia del radicalismo. En ese caso resultará singular que sus legisladores tengan los platos fuera de la bancada del partido que conduce.
A ese pelotón hay que añadir a lo que queda de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, a radicales como Martín Lousteau y Pablo Juliano y al socialismo santafesino alejado del gobernador.
Lo que resulte depende también en buena parte de la capacidad del ministro del interior Diego Santilli de mostrar respuestas concretas en estos días a los reclamos que los mandatarios provinciales presentaron. Lo que defina la Casa Rosada precipitará o demorará las alianzas parlamentarias. Entre otros aspectos a resolver será qué nombre adoptará la bancada.
Sin embargo, detrás de esta aglomeración de espacios unidos por la representación federal pero distanciados en la multiplicidad de intereses está la necesidad de juntar número para tener participación en comisiones y sillas en el Consejo de la Magistratura, entre otros. Donde fragmentan, corren el riesgo muchos diputados de quedar afuera.
