Final explicado de "And just like that", temporada 3 de la serie de HBO Max

La tercera y última temporada de And Just Like That…, la secuela de Sex and the City, cerró con un final que sorprendió a la audiencia: lejos de la fantasía romántica, apuesta por una reflexión íntima sobre la soledad, la madurez y la autoaceptación.

11 de septiembre, 2025 | 12.32

And Just Like That… es la continuación y secuela contemporánea de Sex and the City, saga ambientada en más de una década después del último largometraje, que reimagina la vida de Carrie Bradshaw, Miranda Hobbes y Charlotte York cuando atraviesan sus 50, en una Nueva York que ha cambiado, al igual que ellas.

La tercera temporada, estrenada el 29 de mayo de 2025, fue anunciada como la última. En estos capítulos se profundiza en temas de madurez, amistad duradera, cambio, identidad personal y lo que significa estar en los 50 con experiencias amorosas previas, pérdidas y expectativas propias y sociales.

Carrie vuelve a encontrarse con Aidan, con resultados complicados. Miranda intenta cerrar capítulos sentimentales e incluso amistosos (con Steve), explorando lo que significa su vida ahora, sin ciertas seguridades de juventud. Charlotte reafirma que su carrera profesional sigue siendo clave incluso cuando la vida familiar avanza. Otros personajes nuevos y más recientes, como Seema o Lisa, también tienen tramas significativas que involucran amor, dudas sobre matrimonio, expectativas, pérdidas y realización personal.

"And Just Like That" (temporada 3, 2025)

El final de "And just like that": ¿qué sucede y qué significa?

El último episodio fue emitido el 14 de agosto de 2025, y puso punto final a la serie. Se trata de una conclusión dividida en dos partes, con varios arcos cerrados, algunas escenas absurdas o cómicas, y un desenlace mayormente centrado en Carrie.

  1. Carrie y la autoaceptación de la soltería: en el epílogo (y de hecho en una escena clave caminando con Charlotte), Carrie reconoce que ha esperado, muchas veces, “quizás un hombre” (Aidan, Duncan, etc.), pero ya no. Dice que debe encargarse de ella misma y dejar de preocuparse por un hombre. Esto implica que Carrie finalmente acepta que la valía de su vida no depende de su vida amorosa, sino de su identidad, su trabajo, sus amistades y su hogar. Esa es la gran deuda que la serie parece querer saldar con lo que muchos sintieron que la original no permitió: que la protagonista termine literalmente sola y esté bien con eso.

  2. El episodio climático: caos y comedia grotesca. El penúltimo acto reúne varias tramas en un almuerzo (acción central del episodio final) en la casa de Miranda. Hay situaciones cargadas de comedia ridícula —una persona vomita o tiene problemas con sus necesidades fisiológicas, un inodoro que se desborda con heces, etc.— que resultan chocantes si se compara con el tono previo de la serie. Ese caos sirve como contraste: en medio del glamour, los dramas personales y las crisis emocionales, también está la vulnerabilidad, lo absurdo, lo cotidiano, lo que humilla, lo que incomoda. Es como decir que la vida nunca deja de ser extraña, incluso cuando todo parece estar resuelto externamente.

  3. Amistad, trabajo, pérdidas y decisiones cerradas. Miranda, Charlotte, Seema, Lisa tienen finales más ambiguos también pero con cierre: Seema pone en duda el matrimonio como ideal aprendido desde niña; Lisa establece límites con su crush; Charlotte acepta que su vida amorosa puede no redondearse de la manera que solía imaginar.

  4. El epílogo del libro de Carrie y la escena final. Carrie reescribe el epílogo de su libro con una frase significativa, que resume el mensaje más grande del cierre: la soledad elegida o aceptada no es sinónimo de fracaso. Ella tiene una vida plena, con amistades, casa, carrera, incluso un gato, todo lo que da sentido sin necesidad de una pareja romántica.