“Encontrar la desolación de lo que nos rodea” fue una de las frases con las que Cruz Hunkeler, cantante y guitarrista de 1915, presentó el nuevo disco de la banda en una escucha íntima para prensa. La idea atraviesa todo Ceremonia, quinto álbum del grupo, que llega en un momento complejo y con un mensaje claro: superar el individualismo, “ese mal de época”, y volver a unirse al otro.
La propuesta de 1915 no se queda en lo conceptual: Ceremonia es un trabajo integral donde sonido e imagen funcionan como un recorrido ritual. Ocho canciones, cada una con su video, que se enlazan como estaciones de un viaje que parte de la soledad y desemboca en la pertenencia. “Queríamos trascender la separación, unificar. Siempre dependemos del otro para subsistir”, apuntó Hunkeler.
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En lo sonoro, la banda compuesta además por Penzo (teclados), Alejo Freixas (bajo) y Jeremías Alegre (batería) se adentra en un universo inédito. Producido por Facundo Yalve (EVLAY) y grabado en Romaphonic, Le Palm y Caraza Records, el disco apuesta por un clima nocturno y expansivo, dominado por sintetizadores densos, efectos de voces y un pulso electrónico que convive con el nervio rockero característico del cuarteto.
El resultado es un 1915 “muy MIDI, muy espacial, full sinte”, como lo definió su frontman, que elige el susurro en lugar del grito sin perder filo ni compromiso. Con canciones como Eco, Dos Partes o Caminos Paralelos, Ceremonia confirma la madurez de una banda que entiende la música como herramienta de encuentro y resistencia.
El lanzamiento llega acompañado de un anuncio ambicioso: la primera gira mundial de 1915, que recorrerá distintas provincias argentinas, países limítrofes y por primera vez Europa, con fechas en España e Irlanda. Además de un gran cierre de año en el Complejo C Art Media el próximo 14 de noviembre.
Más oscuro, más sutil y más político que nunca, Ceremonia se erige como un disco que no busca complacer, sino despertar. Una invitación a volver a reunirnos en comunidad, aunque sea por un instante, en torno a la música.