Guillermo Artana, ingeniero mecánico argentino y director del Laboratorio de Fluidodinámica de la UBA, se dedicó a investigar la misteriosa muerte de Carlos Gardel en un accidente aéreo el 24 de junio de 1935, en el aeródromo Olaya Herrera de Medellín, Colombia.
El fallecimiento del mítico canto de tango fue objeto de varias teorías conspirativas a lo largo de los años, algunas de las cuales apuntaron a la posibilidad de un tiroteo a bordo o un piloto alcoholizado. Sin embargo, Artana cuestionó la versión oficial sobre la muerte de Carlos Gardel, que atribuyó el accidente a una ráfaga de viento, asegurando que "la teoría oficial está equivocada" y que tiene pruebas para demostrarlo.
Según la reconstrucción del investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), el avión se desvió 90 metros del eje de la pista, lo cual no pudo haber sido causado por fuertes vientos de 10-15 metros por segundo, tal como indicaron los peritos colombianos. Sorprendentemente, Artana logró profundizar en el caso sin necesidad de viajar a Colombia.
Descubrió que una copia del expediente judicial estaba disponible en la Academia Porteña del Lunfardo en Buenos Aires. Tras revisar las posibles causas del accidente, llegó a la conclusión de que los problemas de motor jugaron un papel crucial en lo sucedido. El piloto, Ernesto Samper Mendoza, no actuó adecuadamente ante las fallas y continuó acelerando en vez de abortar el despegue, como recomendó el manual del avión.
La búsqueda de Justicia por la muerte de Carlos Gardel
Artana planteó que Samper, dueño de la aerolínea SACO, pudo haber actuado así por el temor a fallar frente a los numerosos admiradores que se acercaron al aeródromo para despedir a Gardel. A partir de sus hallazgos, el ingeniero sugirió que hubo un encubrimiento por parte de la justicia colombiana para proteger la reputación del piloto.
Con un trabajo que llevó siete años en completar, Artana enfatizó que su intención fue la de buscar justicia por Carlos Gardel: "Hay una obligación histórica en que se sepa la verdad sobre cómo murió". "Pensé que era un tema recontra estudiado", le dijo a BBC Mundo, aclarando que los peritos de la época tenían las herramientas suficientes como para al menos determinar el máximo rango de desvío que pudo haber causado el viento.
"Algunos dicen que estos aviones tienen problemas con los motores en el despegue", explicaba en la entrevista que brindó hace algunos años al medio británico. Luego detalló que consiguió una copia del manual del avión "para corroborar qué decía que se debía hacer en casos de fallas en el despegue" y fue así que determinó que en realidad la responsabilidad última por el accidente fue del piloto.
"El manual indica que si falla un motor durante el despegue el piloto debe apagar todos los motores y abortar el despegue. En cambio Samper aceleró", señaló y concluyó sobre el siniestro que se cobró la vida de Carlos Gardel y sus músicos: "Si no hubiera habido ningún objeto en su camino capaz el avión hubiera levantado vuelo y podía haber volado con un motor menos".