De la melancolía al filo rockero: Isla de Caras presenta su nuevo disco en Vorterix

Isla de Caras deja atrás la melancolía pop y se lanza con un sonido más filoso y eléctrico en 'Líneas Generales', disco que presentarán en Vorterix el 11 de septiembre, antes de emprender su primera gira europea como banda. 

01 de septiembre, 2025 | 14.35

En la vereda soleada de La Noire, una cafetería de Colegiales donde Lautaro Cura dice ser habitué, las tazas de café se alinean como prólogo al encuentro. Ellos -Lauti y Panchito Villa, guitarras y voces de Isla de Caras- piden café americano; yo, café con leche (“que no es café”, bromean), y entre sorbos comienza a tomar forma la charla que gira, inevitablemente, alrededor de su nuevo disco Líneas Generales. Un trabajo que, según sus propias palabras, es “el más distinto” de su repertorio: directo, rutero, con filo rockero.

El dato astrológico surge enseguida: Pancho es de Virgo, Lautaro de Libra. Lo dicen casi como un guiño, explicando a medias la energía complementaria que sostiene a la banda. Ese contraste también atraviesa el álbum: “El lado A es más luminoso, rutero, rockero”, cuenta Pancho. “Del tema El favor (track 6) en adelante, todo se vuelve más místico. Son como dos discos en uno”.

Isla de Caras se presentará 'Líneas Generales' el próximo 11 de septiembre en Vorterix.

Los escucho hablar de canciones como Cavidad, Tormenta o Demostrar interés como si fueran criaturas con vida propia, y lo cierto es que se emocionan como si recién salieran del estudio. “Con Cavidad había un camino fácil, de fórmula”, recuerda Lauti, “pero decidimos ir por otro lado, romper la lógica, probar estructuras raras”. Pancho asiente: “Ahí es donde se siente esa cosa medio misteriosa que nos flashea hasta a nosotros”. Las canciones se convierten en excusas para pensar el presente.

La gestación del álbum fue intensa. Durante ocho meses trabajaron en su home-studio de Buenos Aires, puliendo ideas, probando arreglos, hasta que decidieron llevar el material a El Desierto, en México, donde grabaron bajo la producción de Matías Cella. En el proceso, también participaron figuras como Tomás Putruele (ex Banda de Turistas) y Marcelo 'Cuino' Scornik, histórico letrista de Calamaro. “Cuino es como un híbrido entre un abuelo simpático y tu mejor amigo de joda”, dice Pancho, siempre con cariño. Lautaro lo complementa: “Una palabra suya cambia todo, te despierta”.

Las anécdotas de gira se cuelan en la conversación: parrillas imposibles de ubicar al sol, gorras extraviadas en colectivos, noches de hotel en México donde todas las bandas de la escena actual parecían convivir en seis pisos de amigos. Sin embargo, el eje vuelve siempre al mismo punto: el disco. Una búsqueda que alcanzó su madurez y que se diferencia muy bien de sus antecesores: Chango (2018)Una Caricia (2021) y Gran Turismo (2021). 

El próximo 11 de septiembre, Isla de Caras presentará sus nuevas canciones en Vorterix. Lo viven como un examen final, aunque con la calma de quienes saben que el engranaje está aceitado. Ya ensayaron todo, apenas faltan algunos ajustes. "Es un desafío. En el estudio podés grabar tres guitarras, diez teclados. En vivo tenemos que traducirlo todo a nuestras posibilidades", argumenta Lauti y agrega: "Hay shows en los que la energía nos pasa por encima, como en Tucumán. Fue tan intenso que terminé tirándome al público dos veces. Eso te hace confiar en que las canciones funcionan". 

Isla de Caras presenta por primera vez 'Líneas Generales' en Buenos Aires

El vivo no será menos ambicioso. Tras el impacto del show en el Teatro Ópera (2024), la banda vuelve a trabajar con Lolo y Lauti en la puesta en escena, reforzando la idea de que el concierto no es solo un recital, sino una vivencia visual y sensorial completa. Virgo y Libra se equilibran en el núcleo creativo, rodeados por la fuerza de Manuel Schupak (bajo), Nicolás Fernández de la Puente (batería) y Santiago Martínez (teclados), en una articulación que encontró su forma definitiva. “Queremos que el vivo sea una experiencia total, que no solo escuches el álbum sino que lo atravieses”, cuenta Pancho. 

Yo les propongo algo: tocar el álbum entero en orden, como si fuera un viaje narrativo. Se miran, sonríen, dudan, pero se entusiasman. Quizás suceda. El sol se va corriendo por la vereda. Ellos siguen hablando de riffs nacidos en Berlín, temas compuestos en dos minutos y letras que son medallas personales.

Luego de la gran presentación en Buenos Aires, el quinteto volverá a salir a la ruta, con una parada especial en Europa que tendrá un condimento único. Para Manu, bajista de la banda, será la primera vez en el Viejo Continente. Pancho y Lautaro lo cuentan con afán, como si compartieran la emoción de un viaje de estudios, pero con guitarras, aeropuertos y escenarios de por medio.

La charla se disuelve con la misma naturalidad con la que las canciones parecen haberse armado: entre risas, recuerdos y apuntes de un recorrido que todavía está en construcción. Isla de Caras se permite el vértigo de mutar sin miedo, de dejar atrás moldes conocidos y abrirse a un sonido más filoso. Sin dudas Vorterix será la oportunidad de confirmar que la banda encontró un nuevo rumbo y, sobre todo, de compartirlo con quienes los acompañan desde el comienzo.