Teresa Parodi tocó en un bar notable de Buenos Aires: dónde fue

La artista sorprendió a los presentes en el histórico restaurante. Teresa Parodi fue grabada y el video de lo que hizo está disponible en las redes sociales.

10 de septiembre, 2025 | 13.06

Teresa Parodi compartió en sus redes sociales un video de un momento musical vivido en un bar notable de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El ícono del folklore argentino cantó para los comensales del reconocido restaurante Los Galgos, ubicado en pleno centro porteño.

La intérprete y autora de clásicos del chamamé como Apúrate José y Pedro Canoero fue parte de un ciclo que música que tiene su propia cuenta de Instagram, en la que publicación un video del momento. "La enorme Teresa Parodi en Ritual Criollo. ¡Gracias!", escribieron desde los gestores de esa iniciativa musical folklórica en Buenos Aires.

En otro video se vio que Teresa Parodi compartió escenario con la artista Mery Murúa y juntas pusieron sus voces a disposición de la composición de la correntina estrenada en 2010, El Cielo del Albañil. Juan Falú y Sofía Viola fueron los otros músicos que se presentó en la noche porteña para poner folklore al restaurante ubicado en la intersección de la Avenida Callao y la calle Lavalle, esquina icónica de la Ciudad de Buenos Aires. "Terminé cantando este bolerazo junto al maestro. Qué honor, qué privilegio. Gracias", escribió Viola, extasiada de emoción por lo vivido.

La historia del bar notable porteño donde tocó Teresa Parodi

El sitio web de Los Galgos tiene disponible un apartado con un texto sobre el recorrido del restaurante desde su creación hasta la actualidad. En el mismo, se detalla que "en 1879 la familia Lezama se estableció en la esquina de Lavalle y Callao. La población de la ciudad ya superaba los 300 mil habitantes y en 15 años iba a duplicarse".

"El desarrollo llevó en 1920 hasta la esquina a la firma Singer con sus máquinas de coser y vio como un asturiano en 1930 la transformaba en un café. Buenos Aires era puerto y puerta de miles y se erguía en los encuentros de sus esquinas, en el cruce entre los barrios aristocráticos y el arrabal, en la mezcla entre criollos y recién llegados", continúa el texto. Y sigue: "En 1948 Corrientes no dormía entre tangos, pizzerías, madrugadas y trasnoches; y la familia Ramos saltó tras el mostrador de Los Galgos. El bar vio entrar a Discépolo, Pugliese, de Caro y Troilo y se convirtió en leyenda".