A la AFA le están fallando el olfato y el tiempismo

A la entrega de un campeonato en un escritorio se le sumó, luego, una tontera para obligar a hacer un pasillo. 

24 de noviembre, 2025 | 16.14

Angel Di María, hasta hace unos meses aclamado ídolo de nuestro fútbol, solo superado, claro, por Leo Messi, acaso jamás imaginó que el primer éxito de su celebrado retorno al fútbol argentino terminaría provocando una protesta inédita en nuestras canchas: el rival, Estudiantes de La Plata, dándole la espalda.  A la decisión ridícula de otorgar un título que nadie sabía que estaba en disputa, la AFA, especialmente su poderoso tesorero Pablo Toviggino, sumó la tontera de exigirle públicamente a Estudiantes que recibiera al nuevo “campeón” cumpliendo el gesto protocolar del “pasillo”.

Por las redes (y no en la reunión correspondiente, donde su representante asintió todo), Estudiantes fue el único club que cuestionó el título que la AFA asignó a Central. El equipo de Ariel Holan fue el mejor de la fase regular de la Liga por lejos, consagrado primero tres fechas antes, con más victorias, menos derrotas, más tiempo con arco invicto, el mejor también en la primera parte del año (y sin DI María), y ganador además en los clásicos y ante los “grandes”.

Pero lo del título fue una confirmación de que a la AFA de Claudio “Chiqui” Tapia y Toviggino le están fallando, entre otras cosas, los tiempos y el olfato. No está sabiendo oler la sensación de hastío no solo sobre reglamentos que cambian en plena competencia, sino también sobre clubes protegidos y arbitrajes. El expediente abierto hoy que acarreará sanciones contra Estudiantes por haber incumplido el protocolo del “pasillo” es un paso más del dislate. Fuentes en AFA anticipan que, si bien algunos “cruzados” querían castigos para estos playoffs, el dictamen del jueves contemplaría una “fuerte multa” más “algún tipo de sanción” pero recién para el año que viene, posible amnistía posterior incluída. Pero el daño, lamentablemente, cruzó ayer a jugadores (a los de Central no les gustó el gesto de protesta) y ya afecta la imagen de campeones mundiales de Qatar. Di María, por ejemplo. 

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Lo paradójico es que, dentro de la cancha, el fútbol sí fue justo, buen arbitraje de Pablo Dóvalo incluído. El “campeón” favorito, protegido supuesto de la AFA, cayó en su propio campo ante el “enemigo” de la AFA. No es la primera vez que sucede. Tamibén ganó título inédito el Talleres del (ex) enemigo Andrés Fassi, él sí, un abanderado de las SAD, mucho más que Verón. Y, ya fue dicho, allí están también los títulos inéditos de Platense (Liga) e Independiente Rivadavia (Copa), alegría de “chicos”, cero rentabilidad para el “negocio” de la pelota.   

Estudiantes, que había entrado por la ventana a los playoffs, se agrandó a partir de la polémica del pasillo apelando a su vieja historia de “nosotros contra el mundo”. Estudiantes fue hace más de medio siglo el primero que rompió la hegemonía de los cinco grandes. Y con un estilo muchas veces al límite del reglamento que le valió el mote de “antifútbol” y jugadores que, tras una noche salvaje de pura violencia ante el Milan de Italia, terminaron inclusive en prisión, en 1968, en tiempos de la dictadura de Juan Carlos Onganía.     

La nueva versión de “nosotros contra el mundo” tiene otro color. Primero habría que decir que el Estudiantes “enemigo” de la AFA ganó tres títulos bajo la gestión de Tapia. Raro ejemplo de persecución. Y ayer le ganó al equipo del “protegido” Di María y del presidente amigo Gonzalo Belloso.

Y segundo está el tema de las SAD, la negociación de Verón para cederle parte de la gestión de Estudiantes al empresario estadounidense Foster Gillett por treinta años (con posible renovación de otros treinta), jugando en línea con las presiones que sufría la AFA de parte del gobierno de Javier Milei (aplacadas por ahora, como a la espera de lo que suceda en el Mundial de Estados Unidos). Un acuerdo fallido por todos lados, dentro del propio Estudiantes (que le dio la espalda a su propio ídolo) y también del propio Foster Gillett, un fiasco ya en el Liverpool inglés y un nuevo fracaso con Rampla, al que mandó a la C de Uruguay por primera vez en su centenaria historia. ¿Se pueden criticar decisiones de la AFA sin necesidad de que eso implique “jugar” para las SAD? Difícil en el mundo de la pelota, en el dominio de “victoria” o “derrota”. Blanco o negro.