WrestleMania es el evento insignia de WWE, la promotora de lucha libre más importante del mundo, y es la ventana en la que el pancracio busca mostrarse con sus prendas más elegantes para el público casual. Sin embargo, en una semana en la que debería haber primado la sobriedad comunicacional, WWE chocó la calesita de las relaciones públicas a tal punto que quitó el foco de su show anual más taquillero.
En medio del desastre institucional encabezado por las principales figuras de la empresa como el presidente Nick Khan, el director creativo Paul “Triple H” Levesque y el actual Campeón WWE, John Cena, pasó desapercibida, irónicamente, una noticia cuyo impacto para el deporte será mucho más importante y se notará en los próximos años: la adquisición, por parte de WWE, de Lucha Libre AAA, la segunda empresa de pancracio más importante de México.
WWE nunca tuvo éxito en el mercado mexicano por la larga tradición de lucha que este país posee. Históricamente, el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) fue -y es- la promotora más importante de la región. Sin embargo, en los años 90 su principal programador de combates, Antonio Peña, decidió irse del Consejo y fundar Asistencia, Asesoría y Administración de Espectáculos S.A (AAA). Con un estilo de lucha más orientado a la velocidad y las acrobacias de impacto visual, y financiado por la empresa Televisa, AAA se convirtió rápidamente en la empresa más destacada de México y con mucho impacto en el contexto internacional
Pero la época de vacas gordas no fue eterna. En 2006, Antonio Peña falleció y AAA quedó a cargo de su hermana Marisol, de su cuñado Joaquín Roldán y su sobrino Dorian Roldán. El nivel creativo de la empresa nunca volvió a alcanzar los picos que tuvo bajo la gestión de Antonio (de hecho todo lo contrario). A pesar de todo, AAA se las arregló para mantener cierto margen de rentabilidad.
Fue por eso que el mundo de la lucha libre fue tomado por sorpresa cuando Triple H, junto a Marisol Peña y Dorian Roldán anunciaron la compra de AAA por parte de WWE. Según un comunicado institucional, la absorción se completará en el tercer trimestre fiscal del 2025. La cifra por la cual adquirieron la empresa, al momento de escribir estas líneas, no es de público conocimiento.
“WWE compró AAA para entrar de lleno al mercado mexicano. En un principio intentarán operar la empresa como es usual, pero si no les funciona, la cierran y ya. Pero pase lo que pase, ellos ganan, porque se diluye la competencia”, aseveró el editor en jefe e historiador de la revista mexicana Súper Luchas, Ernesto Ocampo.
El precedente más inmediato que tiene WWE respecto su ingreso en otro mercado es poco alentador. En 2016, cuando la escena de lucha libre británica vibraba con abundante talento y shows, WWE anunció que iba a convocar a luchadores de distintos puntos del Reino Unido para realizar un torneo que, en su momento, fue muy bueno. Un año más tarde, Levesque anunció la creación de NXT UK, una franquicia de NXT, las inferiores de WWE, que absorbió prácticamente a todos los mejores competidores del viejo continente, lo que desangró a las promotoras independientes y puso punto final al milagro europeo.
Respecto a este capítulo de la historia de la lucha libre y los posibles paralelismos que pueden llegar a ocurrir con la adquisición de AAA, Ocampo puntualizó: “WWE es un lobo con piel de oveja. Entra a un nuevo territorio con promesas de mejoras, pero lo que busca es destruir a la competencia y eventualmente monopolizar. A WWE le encantaría destruir a AEW (All Elite Wrestling, la competidora en Estados Unidos), pero no por miedo a que les quiten el mercado, sino porque quieren ser los únicos. Esa filosofía se remonta a 1983, cuando Vince McMahon inició, con ayuda de su padre, su expansión nacional”.
Durante muchos años, sobre todo entre 2017 y 2018, se rumoró la creación de un centro de desarrollo de NXT en México. Incluso hubo pruebas para incorporar a luchadores realizadas en distintos puntos de Latinoamérica. Los representantes de Argentina fueron Benjamin Stolo y Django, que en ese entonces competían en Lucha Extrema, la empresa del ex 100% Lucha Jeff Aaliya, mejor conocido como Musambe Tutu.
Sin embargo, la pandemia frenó cualquier tipo de plan de expansión por parte de WWE. Y NXT, que en ese momento estaba bajo la órbita de Levesque, sufrió múltiples cambios por las diferencias que existían entre este último y Vince McMahon. Al mismo tiempo, AAA comenzó a achicar su margen de rentabilidad y sólo fue cuestión de tiempo para que WWE, ahora con Levesque al mando en lugar de McMahon, buscara reanudar su plan de conquista.
¿Qué opinaba Dorian Roldán en 2011 respecto a la lucha libre estadounidense? Esto dijo en una entrevista con Súper Luchas: “La lucha libre mexicana es parte del folklore y de la cultura y actualmente WWE está haciéndose del mercado mexicano. (...) Creo que es momento de que los mexicanos defendamos lo que es nuestro. La calidad de nuestros luchadores es superior a la de WWE, lo que arriesga un luchador mexicano es mucho. La lucha libre es como el tequila: ¿Cómo se vería que el tequila fuera fabricado por gringos y que lo vendieran en nuestro país?”.
Levesque, sin querer queriendo, dio una respuesta a esta interrogante en la conferencia de prensa post WrestleMania de cómo podría llegar a ser la nueva AAA: “mantendremos la lucha libre tradicional”. El chiste es que AAA nunca fue lucha libre tradicional, sino todo lo contrario, la lucha mexicana siempre tuvo fuertes raíces en el judo y la lucha grecorromana. Antonio Peña en los 90 pensó que eso había quedado anticuado.
La compra de AAA surge, además, en un contexto internacional de alianzas de promotoras. ¿Con quién está aliado el CMLL? Con AEW, la competidora más importante de WWE en Estados Unidos. Para Ocampo, la intromisión de WWE en el mercado mexicano será perjudicial para su cultura popular, principalmente porque podría generar una sangría similar en las empresas independientes mexicanas de la misma manera que sucedió con las europeas.
Otra de las grandes problemáticas que podría enfrentar México es la gentrificación. Con la adquisición de WWE por parte de Endeavour, empresa que también posee a UFC, las entradas para los eventos alcanzaron valores exorbitantes. En 2021, la entrada más cara para WrestleMania estaba 2500 dólares, ahora llegó a los 10 mil dólares. Se teme que esta doctrina arribe a México como Hernán Cortés. Por lo pronto, el primer evento de WWE y AAA será “Worlds Collide”, que se desarrollará el 7 de junio en Los Ángeles.