Tras conocerse el índice de inflación de septiembre, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) confirmó el nuevo incremento que recibirán las jubilaciones, pensiones y asignaciones en noviembre de 2025. Según lo establece la fórmula de movilidad vigente —ajustada por el Índice de Precios al Consumidor (IPC)—, los haberes tendrán un aumento del 2,1%, en línea con la evolución del costo de vida.
Con la publicación del nuevo índice, el haber mínimo ascenderá a $333.150, en tanto que el refuerzo extraordinario mensual se mantendrá en $70.000, sin cambios respecto de meses previos. Así, los jubilados y pensionados que perciben la mínima cobrarán un ingreso total de $403.150 en noviembre. Este refuerzo apunta a fortalecer el poder adquisitivo de los sectores con haberes más bajos, garantizando un piso de ingresos uniforme dentro del sistema.
Jubilados: cómo quedan los haberes y los refuerzos
De esta forma, quienes perciben la jubilación mínima cobrarán en noviembre el nuevo monto actualizado más el bono extraordinario, lo que asegura un piso común para todos los beneficiarios del sistema. El refuerzo no es exclusivo de las jubilaciones mínimas: también lo reciben quienes tengan ingresos inferiores al piso fijado, con un monto variable que compensa la diferencia hasta alcanzarlo.
El esquema se aplica automáticamente, sin necesidad de trámite adicional, y se liquida junto con el calendario habitual de pagos según la terminación del DNI.
El ajuste de movilidad también impacta en el resto de las prestaciones administradas por ANSES.
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La Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) y las Pensiones No Contributivas (PNC) reciben el mismo incremento y pueden acceder al bono complementario cuando sus ingresos queden por debajo del mínimo garantizado.
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En tanto, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación por Embarazo (AUE) también se actualizan en noviembre según el IPC, manteniendo el esquema de pago habitual y el descuento del 20% retenido hasta la presentación de la Libreta AUH.
La política de bonos complementarios continúa siendo una herramienta clave para sostener el poder adquisitivo de los jubilados y pensionados con menores ingresos. Aunque el monto del refuerzo permanece sin cambios, su aplicación mensual permite compensar parcialmente el rezago entre la inflación y la actualización de los haberes prevista por la fórmula de movilidad.
De acuerdo con estimaciones oficiales, más de la mitad de los jubilados del sistema previsional nacional perciben el bono total o parcial, lo que convierte a esta medida en uno de los pilares del esquema de ingresos previsionales de fin de año.