El Gobierno de Javier Milei hizo este lunes otros dos anuncios destinados a recuperar la confianza de los grandes fondos de inversión, confirmó la activación del swap con el Tesoro de Estados Unidos y anunció un plan para recomprar deuda, pero aún así no logró revertir la desconfianza de los mercados en la política cambiaria ni frenó la dolarización de cartera, que provocó hoy otra disparada del dólar.
Las entidades financieras le pidieron al Banco Central que este martes les envíen billetes de dólares por 116,8 millones para entregar a los ahorristas que en estas últimas jornadas estuvieron comprando dólares oficiales por los home banking y ahora pasan por ventanilla a retirarlos.
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La economía real, mientras tanto, sigue manifestando índices que reflejan la profundidad de la recesión, ahora con el menor crecimiento interanual de las importaciones de todo el año, que redujo el incremento del acumulado a 30,6%, aunque se destacaron las compras de bienes finales y automotores, que compiten con la producción local.
Los mercados esperaban anuncios antes de la apertura de la semana y llegaron con un comunicado del Banco Central de la República Argentina confirmando la firma del swap de monedas con el Tesoro de Estados Unidos por 20.000 millones de dólares. Pero el comunicado no brindó ninguna precisión sobre la activación ni la cifra se reflejó en las reservas internacionales como sucede con el swap firmado con el Banco del Pueblo de China ni tampoco hubo comunicado del Tesoro, como se acostumbra en los acuerdos bilaterales.
La baja calidad de la información disponible terminó por generar la idea de que todavía no está operativo o sujeto a condiciones que el Gobierno argentino no puede difundir por el impacto negativo que tendría en la semana previa a las críticas elecciones legislativas del domingo 26 de octubre.
El efecto del anuncio del swap no aflojó la presión sobre el mercado de cambios, donde se operó un volumen de 395 millones de dólares y pese a las ofertas de divisas que aparecieron, sin identificar si fueron del Tesoro argentino o de Estados Unidos, el precio terminó en alza a 1.477 pesos. Después del cierre del mercado oficial de cambio llegó el intento de contener el incremento del dólar en el mercado financiero, a través de un posteó del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunciando un programa de “Deuda por educación”, que tendrá como agente financiero al JP Morgan.
Tampoco tuvo efecto sobre el mercado y los dólares financieros se consolidaron arriba de los 1.500 pesos y cerraron el MEP con un alza de 0,7% a 1.552,82 pesos y el CCL con un alza de 1,7% a 1.570 pesos.
El plan lanzado por Quirno implica que de ahora en adelante los fondos de los organismos internacionales no tendrán una asignación específica para financiar programas de desarrollo económico y sociales o de inversión en obras públicas sino que se utilizarán para comprar deuda (los Bonos Globales o GD o los Bonares o AL). El supuesto ahorro que se materialice en esa operación financiera será lo que el Gobierno argentino destine al presupuesto de Educación, sin informar si tendrá incremento real o simplemente reemplazará a los fondos que se destinan actualmente.
Por ahora un solo país, Costa de Marfil, realizó una operación bajo el paraguas de Deuda por educación con un crédito del Banco Mundial por 500 millones de euros. concretado en diciembre de 2024. Unesco también impulsó iniciativas en ese sentido, pero siempre se pensaron como una forma de que países acreedores cancelen la deuda de países pobres.
De todas maneras, Quirno aclaró que recién “ha comenzado las tratativas” lo que implica que no hay ningún anuncio concreto, ni de monto ni de fecha ni de participantes, solo que “para su estructuración, se ha designado a JPMorgan como el banco que nos asistirá en este proceso”, según dijo.
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Así, las dos grandes noticias que tuvo el Gobierno de Milei destinadas a conformar a los mercados y revertir la desconfianza que se manifiesta en un Riesgo País que cerró este lunes en 1089 puntos, se consumieron en minutos, sin ningún efecto positivo en parte porque la administración de Milei sigue sin entender la base de la desconfianza generalizada: la creencia de que no tiene capacidad política para llevar adelantes las reformas liberales que le exigen a su gobierno.
En los mercados la mirada está puesta en las encuestas que reflejan un mal resultado electoral en las elecciones legislativas y en la recesión de la economía real que anticipa una caída de la recaudación y problemas en el frente fiscal. Y fundamentalmente, en la incapacidad del gobierno en acumular reservas en el Banco Central, la única garantía que consideran válida para evitar un default.