El enrarecimiento de las condiciones macroeconómicas durante julio y agosto desplomó las expectativas de inversión de los productores agropecuarios. De acuerdo al último Índice Ag Barometer de la Universidad Austral, un 67% de los productores manifestaron que no es un buen momento para invertir en activos fijos, ya sea maquinarias, instalaciones y vientres en ganadería vacuna.
La Libertad Avanza hacia una parálisis productiva. Este escenario también se aprecia en la liquidación de vientres y en una caída de la vacunación contra la aftosa. El supuesto efecto positivo de la “baja” de retenciones al 26% quedó neutralizado, por eso se profundizó la retención de la cosecha.
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“Hay una importante caída de la confianza general de los productores agropecuarios desde fines de 2024 donde en el mes de noviembre el Índice tuvo un valor de 149 que frente a los 127 de julio/agosto 2025. Esto representa una caída del 15%. Esta merma es mucho mayor en las condiciones presentes que caen de 120 a 89, lo que da cuenta de un deterioro del 34%. En el caso de las expectativas de inversión la caída es del 40%”, puede leerse en el documento de la Universidad Austral.
El campo, sin expectativas de inversión
La Libertad Avanza hacia un abismo productivo. Las alarmas suenan en los diferentes think tanks del establishment. Según la Universidad Austral, la administración Milei adoptó en los últimos meses “una política monetaria de extrema dureza” la cual llevó las tasas de interés a niveles inusualmente altos en términos reales.
“Esto posee un impacto negativo en el corto plazo sobre variables claves de la demanda agregada como los son el consumo y la inversión. Esta alza en las tasas de interés sin duda afectará el costo del financiamiento de la campaña gruesa y, por esta razón, gran parte de los productores mantienen sus stocks de soja y maíz sin vender para afrontar pago de alquileres y compras de insumos para la próxima campaña 2025/26”, puede leerse en el informe Índice Ag Barometer de la Universidad Austral.
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¿Cómo se grafica el impacto en los niveles de inversión? La encuesta a productores toma las respuestas de 406 productores. Un 67% de los chacareros –que todos juntos reúnen un valor de producción cercano a los 200 millones de dólares- considera que no es un buen momento para invertir, frente a un 33% que tienen “un sentimiento positivo”.
“Las expectativas de inversión en activos fijos están muy por debajo de 100 (55); el índice ha caído un 40% con relación a noviembre 2024, con una pequeña recuperación en marzo 2025 (Expoagro), para retomar luego su sentido descendente”, indicaron desde la casa de estudio.
Para los productores, no sería oportuno poner su dinero en activos fijos, ya sea maquinarias, instalaciones y vientres en ganadería vacuna. La desconfianza y el derrumbe por goteo de los principales “fundamentals” de la Administración Milei se ven reflejados en la decisión de los productores de mantener en silobolsas buena parte de su producción, a pesar de la decisión oficial de haber dejado las retenciones a la soja en el 26%.
De acuerdo a los datos de la Universidad Austral, solamente un 24% de los productores manifiestan haber vendido todo su stock de soja y maíz. El 76% de los productores restantes se reparte el juego (de la especulación productiva) de la siguiente manera: un 30% manifiesta poseer aún más del 50% de su producción sin precio; un 21% aún posee un 3% de su producción; y un 25% mantiene el 20%.
De acuerdo a la encuesta realizada por este think tank del establishment, un 84% de los productores respondió que guarda gran parte de la cosecha como “reserva para el pago de alquileres y otros gastos”, mientras que 29% respondió que lo hace a la espera de mejores precios internacionales, y otro 7% sigue esperando una mayor baja de las retenciones.
En el último tiempo, a los productores se les hizo más rentable tomar préstamos en dólares para financiarse (signo de un tipo de cambio atrasado), al mismo tiempo en que dejaban inmovilizada parte de su cosecha. Este dato se desprende de un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
¡Vientres, afuera!
La confianza de los ganaderos también se pulverizó durante la gestión Milei; esto se ve en la fuerte caída de vientres durante lo que va de su gobierno y en la merma de la vacunación contra la aftosa. El ataque oficial hacia el SENASA tiene sus consecuencias.
“El dato más importante es el que revela el fuerte deterioro del stock de vientres. Por vacunación, se contabilizaron menos de 21 millones de vacas y cerca de 6,4 millones de vaquillonas, lo que implica, en comparación con 2024, una reducción total de 825 mil hembras (406 mil vacas y 418 mil vaquillonas menos en stock)”, indicaron desde la Universidad Austral.
Según los datos consolidados al primer semestre, el total de vacas vacunadas este año ascendían a los 20,9 millones, mientras que un año atrás eran 21,4 millones. En 2020, pleno año de la pandemia, se habían vacunado más de 22 millones de vacas 7,2 millones de vaquillonas.
“Si nos atenemos a la estadística proporcionada por SENASA, el número de vacas en stock registra su tercer año consecutivo de retroceso, habiendo perdido más de 1,2 millones de cabezas desde 2022 hasta la fecha. En el caso de las vaquillonas, se trata del cuarto año consecutivo de disminución, con una pérdida acumulada de 957 mil cabezas entre la vacunación de 2021 y la actual”, concluyó el informe de la Universidad Austral, en base a datos previamente publicados por CIPPEC.
Para la Administración Milei, el SENASA es un organismo que carecería de sentido. La Libertad Avanza hacia un abismo productivo.
Financiamiento en dólares
La proporción de créditos en dólares al sector agrícola fue del 12,6% del total, ampliamente por encima del 8,8% promedio de los últimos años. De esta manera, se advierte que la toma de crédito en dólares por parte del agro creció más que proporcionalmente que los préstamos bancarios en moneda extranjera en general.
“Diferenciando por moneda, la mayor parte del incremento en el financiamiento al sector agrícola se explica por el sólido crecimiento de los préstamos en dólares, que más que duplicaron (+133%) su volumen durante el último año. Mismo comportamiento que post 2015”, analizó Ernesto Mattos, director Instituto de Estudios para el Desarrollo Productivo y la Innovación de la Universidad de José C. Paz.
Según lo publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario en base a los datos desagregados del BCRA, en relación a la morosidad e impago de los préstamos, el cumplimiento del sector agrícola se mantuvo en porcentajes notablemente altos en la última década, entre el 94% y el 98%, “lo que denota una gran capacidad de repago del sector”.
La alta participación de los préstamos en dólares al sector se explica, en parte, por la prefinanciación de las exportaciones y también porque habría resultado más redituable financiarse de esta manera que a través de la venta de los stocks de soja y maíz, de ahí la fuerte retención de granos destacada en el último informe de la Universidad Austral.