El Consejo Federal de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) advirtió por la fuerte crisis que atraviesa el sector y reclamó al gobierno de Javier Milei por la falta de inversión estatal en el desarrollo de infraestructura. El sector alertó por el deterioro de las rutas nacionales, de los edificios sociales y las graves consecuencias para el aparato productivo.
El comunicado de Camarco enfatizó que el sector "atraviesa una fuerte crisis" que se compone de "caída de la actividad, incertidumbre financiera y paralización de obras que afectan a empresas y trabajadores". La detención de la inversión pública en infraestructura genera "pérdidas económicas, frena servicios esenciales, compromete la competitividad y aumenta la “deuda de infraestructura”.
Para la entidad no se trata "solo de proyectos públicos", sino también que la construcción privada "está paralizada, profundizando el impacto en empleo y economía". Y remataron: "Cuando la construcción se detiene, se resiente todo el entramado productivo".
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La deuda de infraestructura del gobierno de Milei
La falta de inversión sostenida agrava la “deuda de infraestructura”, reflejada en "rutas deterioradas, energía obsoleta, puertos sin modernización, entre otros", apuntó el informe. Este déficit eleva el “costo argentino, resta competitividad, limita el desarrollo regional y compromete el futuro productivo", amplió.
La infraestructura social -compuesta por viviendas, hospitales, escuelas, agua y saneamiento- es "esencial para garantizar derechos y dinamizar la economía", fundamentó Camarco. Sin embargo, "no se han solucionado los contratos frenados ni las deudas del Estado con empresas por proyectos ya ejecutados", explicó el documento.
En 2024, el gasto devengado por la Administración Nacional en construcciones y transferencias de capital cayó un 76,5% interanual (i.a.). En la provincia de Buenos Aires, el recorte fue aún más severo: una caída del 91,3% respecto a 2023. Las funciones más afectadas fueron vivienda y urbanismo (-98,7%), agua y alcantarillado (-98,4%), educación y cultura (-98,3%) y transporte (-91,5%).
Aunque en los primeros ocho meses de 2025 se observó una leve mejora en el gasto nacional en obra pública en la provincia (+9,6% i.a.), los niveles siguen siendo históricamente bajos. El repunte se explica por el aumento en construcciones (+17,8%) y otras transferencias (+46,2%), especialmente hacia universidades y empresas públicas como SOFSE. En contraste, las transferencias de capital al gobierno de Buenos Aires y los municipios bonaerenses continúan en descenso (-76,3%), en contraste con lo registrado a nivel nacional (+43,8%).
Además, las funciones que siguen cayendo en 2025 en el gasto nacional en PBA, como agua y alcantarillado (-96,8% i.a.) y vivienda y urbanismo (-90,3% i.a.), son las que suelen asociarse a transferencias a gobiernos provinciales y municipales. En cambio, las que suele ejecutar directamente Nación (construcciones), como por ejemplo transporte (+38,8% i.a.) y el mantenimiento de las rutas nacionales, mejora respecto a 2024 aunque sigue en mínimos. Similar el caso de ciencia y tecnología (+22% i.a.) con la construcción del reactor nuclear RA-10 en el Centro Atómico Ezeiza.