Los ahorristas e inversores volvieron a demandar divisas y obligaron este martes al Gobierno a vender más de 300 millones de dólares, pese a que se registró una fuerte suba de la tasa de interés en pesos, en una jornada en la que los operadores empezaron a bajar precios de los activos financieros, bonos y acciones, sobre dos hipótesis: o se posterga el acuerdo con Estados Unidos o no es bueno para el mercado.
La sostenida venta de divisas, acumulan más de 1.600 millones de dólares en las últimas seis ruedas, algo así como el 75% de los 2.200 millones que compraron con el plan de retenciones cero, empieza a reflejarse en la caída de las reservas internacionales del Banco Central, que este martes retrocedieron 426 millones de dólares.
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El ritmo de ventas arrancó el mismo martes de la semana pasada, cuando el Tesoro vendió 68,5 millones y después la secuencia fue: 512,7 millones el miércoles; 105,8 millones el jueves; 238,3 millones el viernes; 450 millones este lunes y 288 millones este martes, según cifras estimadas a partir de información pública y privada.
Mientras sostenía este nivel de intervención las regulaciones que introdujeron el BCRA, en especial sobre el nivel de encajes, y el Tesoro, con venta forzadas de deuda a las entidades financieras, y el BYMA, con un mercado de futuros de tasa de caución, habían logrado bajar las exorbitantes tasas de interés que rigieron desde fines de julio hasta mediados de septiembre.
Pero ahora esa estabilidad en las tasas de interés se revirtió y la jornada mostró un repunte que llevó en el mercado BYMa la tasa de caución promedio ponderada a 38,6% efectiva anual (TEA), con un volumen operado de 6,5 billones de pesos y en el MAE, donde intervienen los bancos, a 47,6% de TEA, con un volumen de 1,7 billón. La tasa en el mercado REPO que utiliza el Banco Central para esterilizar se ubicó en 39,4%.
Esa suba de tasas tiene que transmitirse al rendimiento de los plazos fijos, en especial los que remuneran las imposiciones a más de 1.000 millones de pesos, para intentar frenar la dolarización, pero todavía no parece tener efecto.
La demanda de dólares es la expresión de la desconfianza que se mantiene en la capacidad de la administración de Javier Milei de lograr el salvataje de la administración de Donald Trump que le permita llegar con chance a las elecciones legislativas del 26 de octubre, aunque de todas maneras está instalada la expectativa de que aún con acuerdo habrá una devaluación que se trasladará a precios.
El último Relevamiento de Expectativas de Mercado que elabora el Banco Central sobre la base de una encuesta a las consultoras y bancos determinó que esperan una inflación de 2,2% mensual hasta fin de año, muy por encima de los planes del Gobierno, que desde marzo forzó una recesión de la economía con el único objetivo de bajar el ritmo de la inflación.
La cotización de los activos financieros, bonos públicos y acciones, que este martes volvieron a caer, refleja también las dudas del mercado sobre la capacidad de la administración de Milei de afrontar los pagos de la deuda en lo que resta del año y a lo largo de 2026, en especial el 9 de enero, cuando vencen más de 4.000 millones de dólares en servicios de los bonos Globales de legislación internacional y Bonares de legislación argentina.
Los precios de los bonos, que cayeron entre 1% y 2,5%, están reflejando los temores de los operadores a una postergación del acuerdo con el Tesoro de Estados Unidos o, peor aún, a que el acuerdo no sea bueno para el mercado, es decir que no contenga por ejemplo compromisos de compra de deuda en el mercado secundario o fondos frescos exclusivos para afrontar los pagos de enero y julio del año próximo.
"Con décadas de experiencia, podemos afirmar que los megapaquetes de rescate tardan mucho en consolidarse, y creemos que los actores del mercado deberían moderar sus expectativas de un anuncio rápido sobre su posible estructura. Este no es un proceso improvisado, ya que, sin duda, hay varios actores en el proceso que deben participar (los bancos del sector privado y el personal del FMI son solo dos ejemplos que podemos mencionar)", sostuvo en un informe a sus clientes Truegrit Capital.
Caputo logró el lunes que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y la directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, posteen fotos y confirmen las reuniones, pero ya no mueve el amperímetro en especial después de la mala imagen que transmitieron los principales medios internacionales sobre el acto del presidente Javier Milei, que se asemejó a una parodia de un recital de rock o peor a una misa de secta religiosa.
Esa intervención de Milei contradice uno de los reclamos centrales que se vienen conversando en las negociaciones: la necesidad de que la administración de Milei llegue a un acuerdo con gobernadores partidos afines que garanticen la sostenibilidad y aplicación del programa, en especial de las leyes que necesitan pasar por el Congreso.
Y mientras se demoran los acuerdos crece la presión interna a la administración Trump, como la que expresó Chuck Schumer, senador de Nueva York y líder demócrata del Senado:
"Donald Trump realmente quiere que creamos que:
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No hay suficiente dinero para arreglar las primas del seguro médico de la ACA
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No hay suficiente dinero para los Controladores de Tráfico Aéreo
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Pero, de alguna manera, ¿hay $20 mil millones disponibles para rescatar a Argentina?!
"Los inversores de dinero fácil compraron el rumor y ahora venden la falta de noticias", escribió Truegrit Capital. La única lógica que conoce el mercado.