Récord desde 2016: los asalariados perdieron más de USD 26.000 millones con Milei

En estos meses se consolidó la tendencia iniciada en 2016: la participación del trabajo en el reparto de la riqueza cayó del 52% al 44%. En monto, equivale a una pérdida desde entonces de 126 mil millones de dólares, de los cuales unos 26 mil millones se perdieron en solo un año de Milei.

27 de abril, 2025 | 00.05

En la última década las y los asalariados perdieron 126 mil millones de dólares que salieron directamente del bolsillo laburante y, de ese total, 26 mil millones de dólares los perdieron solamente en un año de gestión de Javier Milei. Los datos ponen sobre la mesa el duro golpe para los ingresos de las y los trabajadores que vienen sufriendo un triste derrotero en la participación del trabajo en el reparto de la riqueza generada: cayó de 51,8% a 44,1% (-7,8 puntos).

Tal situación es resultado de la mayor contracción de los salarios respecto de la productividad en la economía (-24,1% contra -13%). Así, escenarios de suba sostenida de los precios de la canasta básica y parálisis de la actividad productiva, afectaron el nivel de ocupación y los salarios reales de la población. “A pesar de las similitudes y diferencias de cada una de estas etapas del período 2016-2024, existe un claro denominador común: el sesgo regresivo en la distribución del ingreso”, analizó un informe elaborado por el centro CIFRA-CTA. En ese sentido, se advirtió que en solo un año de gobierno de La Libertad Avanza la situación empeoró para los trabajadores, y podría agravarse todavía más acuerdo con el FMI y ajuste fiscal, mediante.

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Una porción cada vez más chica de la torta

Para cualquier trabajador o trabajadora es una verdad de Perogrullo, pero lo cierto es que nuestro país atraviesa una profunda redistribución regresiva del ingreso que acarreó, sobre todo en estos últimos años, una importante transferencia de recursos del trabajo al capital. En este marco, mientras los ingresos no alcanzan, aumenta el multiempleo, las horas extras y el endeudamiento familiar para intentar llegar a fin de mes. 

En lo concreto, al analizar la participación de los trabajadores en el ingreso durante el período 2016-2024 los números hablan por sí solos: las y los asalariados (registrados y no registrados) registraron una sostenida caída en el reparto de la riqueza generada en el país que pasó de 51,8% en 2016 a 44,1% en 2024: 7,8 puntos menos. 

Ahora bien, ¿cuánto es el monto de la transferencia desde el bolsillo de las y los asalariados? Si se considera el tipo de cambio oficial de 2024, el volumen de la pérdida de ingresos de los trabajadores asciende a 164.052 millones de dólares, mientras que se ubica en 126.425 millones de dólares si se lo valoriza según el dólar paralelo. 

Un aspecto importante tiene que ver con que esta transferencia en detrimento de los asalariados tuvo una primera etapa en el gobierno de Mauricio Macri, donde se registró en promedio una pérdida de 15.155 millones de dólares por año al tipo de cambio oficial (según la cotización del dólar blue es de 11.679 millones de dólares por año). Una segunda en la que dicha transferencia asciende a 29.647 millones de dólares por año durante el Frente de Todos (o 22.847 millones al dólar blue). Y una tercera etapa en el primer año de Milei donde se cuantifica una pérdida de 33.901 millones de dólares al tipo de cambio oficial y de 26.126 millones de dólares considerando la cotización del paralelo, para las y los asalariados.

Los datos corresponden a un informe presentado por los economistas Pablo Manzanelli y Leandro Amoretti del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO que destaca que, como resultado de dicha transferencia, el peso de la remuneración al trabajo en el valor agregado sostuvo una tendencia a la baja en estos últimos años al pasar de 51,8% (2016) a 44,1% (2024). Un aspecto no menor: del total de 126 mil millones de dólares perdidos por las y los trabajadores, más de 26 mil millones de dólares corresponden a solo al primer año de la gestión de Javier Milei.

Lo anterior se desprende de analizar la evolución de la relación entre el salario medio y la productividad media por ocupado. Entonces, ¿qué pasó en el período 2016-2024? Los salarios (considerandos a precios constantes de 2024) disminuyeron más que la productividad: -24,1% versus -13%. generando una menor participación del trabajo en el reparto de "la torta".

Respecto a cómo se desempeñaron ambos componentes en cada etapa: durante la gestión de Cambiemos la caída de ambos indicadores (productividad y salarios) fue de 6,4% y 15,1%, respectivamente. En el Frente de Todos, la productividad descendió 4,1% frente a un retroceso del salario de 5,6%, aunque resulta interesante advertir que en los primeros tres años la productividad se mantuvo estable pero el salario tuvo una caída, lo que derivó en una profunda transferencia de ingresos del trabajo al capital en el marco de la expansión económica tras la crisis de la pandemia. Por último, en el primer año de la Libertad Avanza tiene lugar un nuevo retroceso de ambos indicadores: la productividad se redujo 3% pero el salario experimentó un descenso superior (-5,3%).

Quién se lleva la riqueza

La contracara del proceso de regresividad distributiva es el aumento de la rentabilidad empresarial. Una forma de aproximarse a esta cuestión es indagando los balances de 12 grandes empresas que cotizan en la Bolsa de Valores, cuya utilidad neta sobre ventas fue en promedio de 19,4% en 2024, revirtiendo la pérdida que habían declarado en 2023 (-0,9%). “Se trata de un nivel que es significativamente superior al que internalizaron desde 2015, cuyo nivel fue superior a la rentabilidad obtenida por la cúpula empresarial (las 200 empresas de mayor facturación)”, señalaron los investigadores del centro CIFRA-CTA. 

El ranking de utilidades en 2024 fue el siguiente: Pampa Energía (34,4%), AA2000 (32,1%), TGS (30,5%), Telecom (25,0%), Tecpetrol (23,9%), Loma Negra (23,0%), ARCOR (21,0%), YPF (13,0%), HOLCIM (12,0%), PAE (8,9%), Ternium (5,3%), Mastellone (4,0%). 

“En el primer trimestre se registraron las mayores tasas de utilidad, que si bien se redujeron se mantuvieron elevadas en los trimestres posteriores”, aclararon Manzanelli y Amoretti. 

Cómo incide la política de cada gobierno

Desde 2016 a la fecha se distinguen momentos concretos donde se agudizó el reparto de la torta en contra de las y los trabajadores. Durante el gobierno de Macri se vio expresada en una fuerte caída (del 51,8% al 46,2%) vinculada a la salida de capitales en 2018 y 2019, con diversas corridas cambiarias que “determinaron episodios de devaluación con sus consiguientes impactos en los precios, la actividad económica, la ocupación y los salarios reales”. Todo ello con la irrupción, además, de un nuevo ciclo de endeudamiento externo

A su vez, en la gestión del Frente de Todos se registró un descenso del 46,2% al 45,5% pero con situaciones diferentes: por un lado, la expansión del indicador en el marco de la pandemia en 2020, “por efecto de la sostenibilidad de parte de los ingresos en el marco de la fuerte caída de la actividad durante el confinamiento social”, y por otro, “con un fuerte descenso de la participación de los asalariados en el marco de la expansión del bienio 2021-2022”. 

Finalmente, el primer año de Milei. estuvo signado por la fuerte devaluación de diciembre de 2023, el mega ajuste del gasto público, la apertura comercial y las desregulaciones, lo que continúa como programa de gobierno al presente. En ese marco se constató una caída del 45,5% al 44,1% entre 2023 y 2024, con dos etapas en su interior: una primera foto en el primer semestre del año en el que se constató una caída más importante (-1,5 puntos porcentuales) dado el impacto que ocasionó la devaluación y el ajuste en los ingresos reales de los asalariados. Un segundo momento de recuperación en el segundo semestre (+0,3 puntos interanual en el cuarto trimestre de 2024) con recuperación de los asalariados registrados en el sector privado, pero no así de los no registrados y del sector público.

“Si bien está en pleno desarrollo, todo parece indicar que en este gobierno se procura consolidar esta segunda fase de la valorización financiera mediante el impulso al denominado carry trade y la el nuevo acuerdo con el FMI, cuyas consecuencias tienden y tenderán a provocar un nuevo ajuste sobre los asalariados y sectores populares en general”, concluyeron los economistas de la FLACSO.