En el actual escenario económico argentino, con la eliminación del cepo cambiario y la baja sostenida de la inflación, muchos se preguntan dónde colocar sus ahorros para obtener el mejor rendimiento. Te contamos todo sobre las tasas de plazo fijo tradicionales, las alternativas digitales y cuál conviene según tu perfil de ahorrista.
El nuevo panorama de las tasas de interés
Desde que el gobierno de Javier Milei eliminó las restricciones cambiarias, el Banco Central viene implementando una política de reducción de tasas. En lo que va del año, los plazos fijos perdieron atractivo al caer su rendimiento de alrededor del 110% anual a apenas 30-35% actualmente.
Este cambio radical afectó directamente a los pequeños y medianos ahorristas que usaban los plazos fijos como refugio contra la inflación. Sin embargo, pese a la baja, algunas entidades todavía ofrecen tasas que superan la inflación mensual (3.7% en marzo 2025), lo que los sigue haciendo instrumentos válidos para proteger los ahorros.
Ranking actualizado de tasas bancarias
Si estás considerando hacer un plazo fijo tradicional, es fundamental comparar entre las distintas entidades. El Banco Nación lidera el ranking con una tasa del 35% anual, seguido por el Banco Macro con 32.5% y el Banco Provincia con 32%. Otras opciones interesantes son BBVA (31.5%), Galicia (31%) e ICBC (30.25%).
En el otro extremo, los peores rendimientos los ofrecen el Banco Patagonia (27.5%) y Supervielle (27.25%). Como ves, la diferencia entre el mejor y el peor caso supera los 7 puntos porcentuales, lo que puede significar miles de pesos de diferencia en tus ganancias al cabo de un año.
Las billeteras virtuales que superan a los bancos
Para quienes buscan mayor flexibilidad, las fintech se posicionan como serias competidoras. Cocos Pay lidera el segmento con una tasa del 32.15%, seguida por Ualá que ofrece 30% para montos de hasta $750.000. Otras alternativas son Naranja X (29%), Personal Pay (27.74%) y Mercado Pago (26.8%).
La gran ventaja de estas plataformas es que permiten retirar el dinero en cualquier momento, a diferencia de los plazos fijos tradicionales que exigen esperar la fecha de vencimiento. Además, suelen tener procesos más simples y requieren montos mínimos más accesibles para el usuario promedio.
Plazo fijo UVA: ¿sigue siendo una buena opción?
El plazo fijo ajustado por Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) fue durante años el refugio preferido contra la inflación. Este instrumento vincula su rendimiento al Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que sigue la evolución de los precios.
Actualmente, con una inflación mensual en franco descenso (3.7% en marzo), muchos se preguntan si sigue siendo conveniente. La respuesta depende de tu perspectiva: si creés que la inflación va a repuntar, puede ser una buena opción; si pensás que va a seguir bajando, quizás convenga más un plazo fijo tradicional con tasa fija.
Cómo elegir la mejor opción para tus ahorros
Al momento de decidir dónde colocar tu dinero, considerá estos factores clave:
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Plazo: ¿Necesitás disponer del dinero pronto o podés dejarlo quieto varios meses?
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Monto: Algunas alternativas tienen límites para las mejores tasas.
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Tolerancia al riesgo: Las opciones tradicionales son más seguras que las digitales.
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Objetivo: ¿Querés proteger tus ahorros de la inflación o buscar mayor rentabilidad?
Para los más conservadores, el Banco Nación con su 35% anual sigue siendo una opción sólida. Los que buscan flexibilidad pueden optar por Cocos Pay o Ualá. Y para los que prefieren protegerse contra posibles rebotes inflacionarios, el plazo fijo UVA mantiene su atractivo.
Perspectivas a futuro
Los analistas esperan que las tasas sigan bajando gradualmente a medida que se consolide la estabilidad económica. Esto significa que los rendimientos actuales podrían ser de los mejores que veamos en los próximos meses. Por eso, si tenés ahorros que no necesitás usar a corto plazo, este podría ser un buen momento para fijar una tasa.
Sin embargo, siempre es recomendable diversificar. No pongas todos tus ahorros en un solo instrumento. Podés, por ejemplo, destinar una parte a plazo fijo, otra a billeteras virtuales y mantener un porcentaje en efectivo para oportunidades que puedan surgir.