Con salarios cercanos al piso histórico de la última década, las estrategias de los hogares argentinos para sobrellevar la crisis del último año son variadas, pero podrían resumirse en las dos con más incidencia: endeudarse (con conocidos y bancos) y vender de pertenencias. Según un informe del Instituto Argentina Grande (IAG), las prácticas en que incurren los hogares para complementar sus ingresos laborales incluye “gastar ahorros, vender pertenencias, pedirle plata prestada a amigos/as y endeudarse con entidades financieras”.
En el tercer trimestre de 2024, último dato disponible por parte del INDEC, en el tercer trimestre de 2023, el 44,6 por ciento de los hogares tuvieron que desplegar alguna estrategia, mientras que en el tercer trimestre del 2024 esa cifra llegó al 49,2 por ciento. Son 537.290 hogares más que tuvieron que recurrir a algún tipo de estrategia en comparación al tercer trimestre 2023, haciendo que el total de hogares que desplegaron una estrategia para llegar a fin de mes alcance a ser 5.017.497 familias.
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Del total, el 38 por ciento del total tuvo que gastar ahorros, 15,3 por ciento se endeudó con conocidos, 11,6 por ciento hizo lo mismo pero con entidades financieras y un 9,8 por ciento vendió pertenencias.
MÁS INFO
Los hogares que más empeoraron son aquellos que tienen un jefe o jefa de hogar de más de 50 años: creció un 19,2 por ciento la necesidad de recurrir a estrategias del hogar respecto al tercer trimestre 2023. Esto se explica, sobre todo, por la política de ajuste que llevó a cabo el gobierno: el 19 por ciento del ajuste del gasto público llevado a cabo en el 2024 es explicado por el recorte de las jubilaciones realizado a principios de año. En los hogares que tienen jefe o jefa con menos de 30 años la necesidad de desplegar estrategias extra laborales creció 7,1 por ciento y en los hogares con jefatura de entre 30 y 50 años creció 3,9 por ciento. “Este último grupo es el que está históricamente peor: hoy en día el 53,3 por ciento de estos hogares tienen que desplegar estrategias para llegar a fin de mes”, señaló el documento.
Estado de situación
Los salarios del sector privado registrado (el 40 por ciento de los ocupados) empiezan a estar en valores de noviembre 2023. El sector público (17 por ciento de los ocupados) sigue muy por lo bajo (15,4 por ciento). Con los ponderadores del IPC actualizados la caída entre noviembre 2023 y diciembre 2024 es mayor. En el sector privado cayó 2,9 por ciento y en público, un 18,5 por ciento”, afirmó el Instituto.
Los resultados de pobreza e indigencia al segundo semestre 2024 que publicó el INDEC afirma una baja sustancial de la pobreza respecto al pico alcanzado en el primer semestre (del 52,9 por ciento), llegando así a niveles incluso inferiores a los del segundo semestre 2023 (del 41,7 al 38,1 por ciento). En ese mismo año, la indigencia se redujo del 11,9 al 8,2 por ciento. Sin embargo, hay cuestiones estadísticas que revelan la inconsistencia de estos resultados con lo que viven los hogares a diario.
“El descenso interanual de la pobreza, se explica en parte porque se está comparando con un período que ya se encuentra afectado por las primeras medidas del gobierno Milei. Si bien una lectura superficial puede sugerir que los impactos del shock regresivo impulsado por el Gobierno de Milei ya se han revertido, el hecho de que la pobreza haya caído no implica que no haya habido retrocesos significativos para los sectores populares durante el período bajo análisis”, sostiene un documento elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP).
Los efectos distorsivos en el relevamiento de los ingresos: las dificultades que puede presentar la Encuesta Permanente de Hogares para relevar los ingresos familiares en un contexto de disparada de precios y posterior desaceleración inciden en los resultados, debido a distintos factores:
- El rezago que se genera en algunas variables de ingresos que capta la EPH respecto al valor de las canastas: Esto sucede principalmente con el relevamiento de los ingresos no laborales (por ejemplo, jubilaciones), en cuyo caso se releva lo cobrado en el mes anterior a la encuesta, así como también con los ingresos laborales que no se cobran a mes vencido (principalmente trabajadores independientes aunque también algunos segmentos de asalariados informales). En estos casos, al comparar lo cobrado en un mes con el valor de la canasta del mes siguiente, la pobreza se sobreestima en momentos de aceleración inflacionaria, lo que lleva a exagerar la reducción de la pobreza cuando la inflación se desacelera.
- La desactualización de las canastas: la Canasta Básica Total se basa en la estructura de consumo que surge de la Encuesta de Gastos de los Hogares (ENGHo) de 2004-05. Sin embargo, los hábitos de consumo sufren modificaciones en el tiempo por lo que es necesaria su actualización. En Argentina, si bien la última ENGHo corresponde a 2017-18, aún no se ha utilizado para actualizar las canastas ni tampoco el IPC.
En definitiva, la medición de la pobreza en un contexto como el que atravesó Argentina en el año 2024 se vio sujeta a distorsiones debido a las limitaciones en los instrumentos utilizados para la medición.