El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, adelantó este miércoles que el Gobierno trabaja en la eliminación de las retenciones para mil posiciones industriales que actualmente tributan entre 3% y 5%. "Estamos esperando algunas definiciones por parte del gobierno, pero serían unas 1.000 posiciones industriales, con algunas excepciones, pero incluiría a todo el universo de las pymes", señaló el flamante presidente de la entidad.
Rappallini puso el foco en que el desafío es trabajar en todas las cadenas de valor para bajar el costo argentino y nivelar la cancha. "El sector industrial es transable, tenemos que competir con el resto del mundo. Nosotros estamos jugando otro partido. No queremos quedar fuera de juego por tener la mochila llena de piedras", aseguró durante una conferencia de prensa.
El industrial precisó que actualmente la presión fiscal es del 52% y que es imprescindible para que la economía recupere competitividad. Como temas inmediatos a trabajar Rappallini planteó la ley pyme, la reforma fiscal y la adecuación laboral. En esa línea, descartó una devaluación como solución al tema de la competitividad, debido a que en poco tiempo los precios se emparejan y solo queda pérdida de actividad y aumento de la pobreza.
Temas de infraestructura
Rappallini también puso el acento en la necesidad de que se realicen obras de infraestructura y se mejore la operatividad de la existente. Reclamó con urgencia una ley pyme, reforma fiscal, adecuación laboral, proyectos que tienen características de urgencia.
"Cada eslabón de la cadena de valor tiene todas las distorsiones adentro. La suma de ineficiencias conforma el costo argentino. Ingresos Brutos llega hasta el 20% en algunas cadenas de valor", sostuvo el dirigente. Consultado sobre el tema de la guerra arancelaria que desató Estados Unidos, Rappallini señaló que "puede ser una ventana de oportunidad para Argentina. Podemos aprovechar el cambio global que se va a dar".
Por otro lado, se pronunció en contra de la habilitación para el ingreso al país de maquinaria usada porque atenta contra las cadenas de valor local. "Ningún país deja entrar productos que afecten su cadena de valor", enfatizó.