Trump se burla de Milei y ahora Estados Unidos frena la idea de importar carne argentina

Una funcionaria mostró una postura distante con respecto a lo que había expresado Trump y consideró que el país enfrenta “un problema de aftosa”.

22 de octubre, 2025 | 10.39

 La secretaria de Agricultura de los Estados Unidos, Brooke Rollins, condicionó la compra de carne argentina, tal como lo había anticipado el presidente Donald Trump, debido a un supuesto “problema de aftosa”. En ese sentido, la funcionaria ratificó que en los próximos días habrá “novedades” sobre la importación de carne argentina, y al mismo tiempo advirtió que “no será mucha”.

Rollins, quien mostró una postura distante con respecto a lo que había expresado Trump, consideró que el país enfrenta “un problema de aftosa”, lo que contradice la condición sanitaria oficial de la Argentina, libre de fiebre aftosa según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).

En declaraciones a la cadena de noticias estadounidense CNBC, la secretaria señaló: “El presidente está en conversaciones con Argentina. Creo que escucharemos más sobre eso en los próximos días, pero como parte de nuestras 12 millones de toneladas métricas de producción, no será mucho”.

“Es un desafío, pero estamos en ello. Vamos a asegurarnos de que nuestra industria ganadera esté protegida. Este es un mercado muy matizado y complejo, y queremos asegurar un buen futuro para nuestros productores”, añadió.

Trump había dicho que planeaba comprar carne argentina para reducir los precios en los supermercados de su país, en el marco de un acuerdo mediante cual los Estados Unidos pasaría a comprar 20 mil a unas 60 mil toneladas de carne de origen argentino. Ahora todo quedó en stand by.

Qué es la aftosa y qué pasa con la carne argentina

El problema se originó luego de que el Gobierno desmantelara el Senasa a fines de junio pasado a través de la Resolución 485/25 del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. En ese momento, el argumento fue permitir más agilidad fitosanitaria y quitarle trabas al sector.

Sin embargo, esto implicó permitir el movimiento de carne bovina con hueso desde la zona norte hacia el sur del país, es decir, hacia regiones que hasta ahora eran consideradas libres de fiebre aftosa sin vacunación.

Ese cambio encendió alarmas en países limítrofes como Chile, que mantiene un riguroso control sanitario para resguardar su estatus internacional frente a enfermedades animales. El país vecino, como Estados Unidos, teme un eventual ingreso del virus de la fiebre aftosa, una enfermedad de alta contagiosidad entre animales de producción, con potenciales consecuencias económicas severas ante cualquier brote.

Por su parte, desde la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios había advertido en ese momento que esa medida pondría en riesgo a la industria, que emplea a más de 8.000 personas y exporta por más de 100 millones de dólares al año.