La cúpula industrial tendrá un nuevo lobista al frente de su institución insignia. La Unión Industrial Argentina (UIA) eligió al empresario bonaerense Martín Rappallini para asumir al frente de la central fabril por los próximos dos años, en lugar de Daniel Funes de Rioja.
"Terminamos el año con una agenda y objetivos cumplidos del gobierno sobre el orden de las cuentas públicas, la inflación y empezamos este año con nuevos desafíos. Tenemos que mejorar la competitividad de los sectores productivos en Argentina”, sostuvo Rappalini, CEO de Cerámicas Alberdi, quien también había señalado: “El gran problema es que hay un costo argentino por encima del funcionamiento de las empresas".
La UIA oficializó una única lista, consensuada por los máximos representantes de la entidad, que asumirá el 29 de abril próximo. La lista lleva a Rappallini, actual titular de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), como candidato a presidente. La secretaría general seguirá a cargo de Eduardo Nougués, mientras que la tesorería será ejercida por Silvio Zúrzolo.
"Hoy el gobierno tiene el objetivo de mantener el superávit fiscal y nosotros tenemos la preocupación de que vemos que hay sectores que tienen dificultades. Hay una herencia muy fuerte por problemas laborales, costos de infraestructura, de impuestos municipales, provinciales. Tenemos que competir de igual a igual con países que vienen de un camino distinto al nuestro", había manifestado el nuevo titular de la UIA.
El Comité Ejecutivo estará integrado por Walter Andreozzi, Roberto Arano, Mauricio Badaloni, Martín Cabrales, Miguel Calello, Elio Del Re, Marcelo Domínguez Molet, Isaías Drajer, Claudio Drescher, Gonzalo Fagioli, Eduardo Franciosi, Alejandro Gentile, Diego Leal, Modesto Magadán, Franco Mignacco, Guillermo Moretti, Rodrigo Pérez Graziano, Cecilia Rena, Héctor Sellaro, Luis Tendlarz, Daniel Urcía, David Uriburu y Javier Viqueira.
“Estoy convencido de que la industria puede competir, pero hoy tenemos un problema con el peso del Estado. Hay que hacer un mea culpa de no trabajar en un industrialismo sistémico. Viene un 2025 en el que va a haber sectores que si se reactiva la economía van a tener un mejor crecimiento", concluyó Rappallini.
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Jaque a las pymes
La suba de aranceles a la importación impuesta por los Estados Unidos como parte de su guerra comercial contra el mundo entero hace plausible suponer una suerte de aluvión de productos fabricados en distintas partes del mundo - como el sudeste asiático- que buscarán colarse por las fronteras de aquellos países que carezcan de medidas proteccionistas. La Argentina parece llevarse todos los números.
Según el Observatorio Pyme, la economía vernácula transita un sendero de desregulación del comercio exterior - que convive con los cambios geopolíticos y regulatorios de los Estados Unidos- que podría tener impactos ambiguos sobre la producción. “Mientras simplifica ciertas operatorias que favorecen el acceso a insumos, componentes y tecnología, avanza en una apertura comercial que incentiva la entrada de productos terminados, así como la sustitución de proveedores locales por externos”, puede leerse en su informe “Amenaza importadora en las pymes”.
Bajo este contexto de guerra comercial, una encuesta del Observatorio Pyme determinó que el 40% de las empresas PyME industriales se siente amenazada por las importaciones en las ventas al mercado interno. Dicho valor sería similar a la proporción verificada en 2018 (40%), 2016 (39%), 2009 (36%) y 2008 (37%). Además, el 56% de las pequeñas y medianas empresas industriales que identificaron a las importaciones como una amenaza también avizoran una caída de su participación en el mercado interno (23% del total).