El nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, hablará el jueves cara a cara por primera vez con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una reunión de alto nivel en el Despacho Oval, en un momento en que Europa trata de evitar los aranceles estadounidenses que se avecinan y mantener el apoyo de Estados Unidos a Ucrania.
El conservador de 69 años, que tomó el timón de la mayor economía de Europa el mes pasado, tiene previsto reunirse con Trump para almorzar y mantener conversaciones individuales que, según los analistas, podrían marcar el tono de los lazos entre Estados Unidos y Alemania en los próximos años.
La economía alemana, orientada a la exportación, tiene más que perder con los aranceles estadounidenses que otras y el país es también el segundo mayor respaldo militar y financiero de Ucrania en su defensa contra la invasión rusa, después de Estados Unidos.
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La reunión se produce ante un deterioro más amplio de la relación transatlántica. El Gobierno de Trump, por ejemplo, ha intervenido en la política interna europea en una ruptura con la práctica anterior, alineándose con movimientos políticos de derechas y desafiando las políticas europeas sobre inmigración y libertad de expresión.
El encuentro se seguirá de cerca tras algunas reuniones recientes en el Despacho Oval, con los líderes de Ucrania y Sudáfrica, por ejemplo, que se volvieron tensas cuando Trump les tendió una emboscada con afirmaciones y acusaciones falsas.
Merz y su entorno han pedido consejo a otros líderes sobre cómo tratar con Trump para evitar conflictos.
La reunión sucederá pocas semanas antes de una cumbre crítica de la alianza militar occidental, la OTAN, que cada vez parece más tensa dadas las amenazas de Trump de no acudir en ayuda de los aliados de Estados Unidos que no aumenten su gasto en defensa.
Estas amenazas preocupan especialmente a Alemania, cuya seguridad depende de la disuasión nuclear estadounidense desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Merz ya ha tomado algunas medidas políticas audaces que puede destacar para apaciguar a Trump, según los analistas. Ha respaldado la petición de Trump de duplicar con creces el objetivo de gasto de la OTAN hasta el 5% de la producción económica, lo que le valió elogios sin precedentes el pasado fin de semana por parte del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth.
Merz, que ha prometido una política exterior más asertiva, también coordinó una visita de líderes europeos a Kiev pocos días después de asumir el cargo, dijeron dos fuentes diplomáticas europeas.
"Esto demuestra que Alemania está dispuesta a aceptar una mayor responsabilidad en Ucrania y en el orden de seguridad europeo, lo que se ha deseado en Estados Unidos durante años y que será bien recibido", dijo Sudha David-Wilp, del German Marshall Fund of the United States.
"Alemania está bien posicionada para demostrar que puede ayudar a Estados Unidos a alcanzar sus objetivos de política exterior".
El hecho de que Merz haya sido invitado a alojarse en los aposentos de invitados de la Blair House, frente a la Casa Blanca, es una señal positiva, según los analistas.
Con información de Reuters