La venta de ropa cayó un 7,7% en mayo y junio del 2025, y preocupa el aumento de stock en el sector

La baja del consumo, el encarecimiento de los costos y el ingreso de productos importados golpean a las marcas, que no logran subir precios ni sostener el empleo. 

26 de julio, 2025 | 15.30

Las ventas de ropa registraron una caída interanual del 7,7% en el tercer bimestre de 2025, según un informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI). Este escenario vuelve a encender las alarmas en La Rioja, una de las principales provincias industriales, en un sector golpeado por la inflación, los insumos y la competencia creciente de productos importados.

Por primera vez desde noviembre de 2024, las empresas que reportaron caídas en sus ventas (56%) superaron a aquellas que lograron incrementos (32%). Este cambio en la tendencia refleja una pérdida de dinamismo en la demanda interna y marca un retroceso significativo en la actividad comercial del rubro.

Uno de los principales problemas que enfrenta la industria es la contracción de la demanda, señalada por el 77% de las empresas encuestadas, el nivel más alto desde marzo de 2024. Además, el 17% de las compañías destaca el incremento de los costos como una dificultad central. En ese marco, el sobrestock volvió a incrementarse y el 35% de las firmas reconoció tener inventarios excesivos frente al 24% registrado en el bimestre anterior.

A la caída del consumo se suman otros factores que preocupan al rubro; el deterioro en la cadena de pagos, una presión fiscal elevada y una competencia desleal con productos del exterior, que ingresan con precios más bajos, especialmente tras la flexibilización del régimen puerta a puerta.

Las políticas nacionales que ahorcan al sector

El informe dio cuenta que el 58% de las empresas no logró trasladar a los precios los aumentos salariales acordados, una situación que antes se concentraba en los confeccionistas pero que ahora también alcanza a marcas integradas. Esto implica una pérdida de rentabilidad significativa, que se traduce en recortes de personal.

El 24% de las compañías redujo su plantilla de empleados por jubilaciones o renuncias no reemplazadas, mientras que el 18% recurrió a despidos, porcentajes en aumento respecto al segundo bimestre del año.Las expectativas para lo que resta del 2025 tampoco son alentadoras.

Un 48% de las empresas evalúa el panorama económico como “regular”, un 23% como “malo” y un 11% directamente como “muy malo”, categoría que no había aparecido en el relevamiento anterior. Solo el 14,5% de los empresarios espera una mejora en las ventas en los próximos tres meses, frente a un 25,8% que proyecta una caída, mientras que el 60% no espera cambios.

Asimismo, los precios locales de indumentaria y calzado continúan hasta un 40% por encima de los valores en países vecinos, lo que complica aún más la competitividad del sector en un contexto de apertura comercial. Entre enero y mayo de este año, los consumidores argentinos destitaron más de $1.572 millones a la compra de prendas importadas, cifra que presiona aún más a la industria nacional, donde predominan las pymes y el empleo intensivo.

Ante este marco, las marcas locales acumulan stock, ajustan sus planteles y reducen expectativas. La falta de herramientas para sostener el consumo interno y la ausencia de medidas de protección frente a la competencia externa profundizan la crisis de un sector clave en términos de empleo y producción.