La industria riojana atraviesa momentos muy complejos desde la asunción del presidente Javier Milei. Se conoció que las fábricas locales operan apenas al 50% de su capacidad instalada y los empresarios luchan por sostener el empleo y la producción en medio de un contexto adverso.
En diálogo con Radio La Torre, el vicepresidente de la Unión de Industrias Riojanas (UNIR), Juan Carlos Serrano, el referente de la industria aseguró que el parque industrial de La Rioja está "seriamente golpeado, sobre todo en los dos sectores más fuertes: la industria textil y la agroindustria", y explicó que la principal preocupación radica en el aumento sostenido de los costos productivos, la caída del mercado interno y la “competencia desleal” a raíz de la compra de productos importados producidos y comercializados a un bajo costo.
En esa línea, el empresario advirtió: “Competir está bien, pero en igualdad de condiciones. Hoy enfrentamos esquemas tarifarios e impositivos mucho más altos que los productos importados, que incluso llegan con beneficios fiscales. Así es imposible".
Las políticas económicas golpean la producción local
Serrano aseguró que la situación impacta directamente en el empleo provincial, ya que "cada puesto de trabajo industrial genera un círculo virtuoso, con salarios registrados, aportes y consumo interno", y explicó que "cuando la producción cae, todo eso se ve afectado".
Según el vicepresidente de la Unión, actualmente el nivel de capacidad instalada apenas supera el 50%. Esto, explicó, significa que hay menos personal trabajando, menos máquinas que se encienden y si lo hacen se realiza en turnos reducidos y una caída en la producción general. “Sostener los equipos de trabajo es cada vez más difícil, muchas veces se produce a pérdida solo para no cerrar las puertas”, señaló.
También, lamentó que mientras las grandes potencias protegen sus industrias, Argentina toma el camino contrario y enfatizó: "En Estados Unidos, Europa o China se pelea por generar valor agregado y protege la producción local. Acá se prioriza la apertura indiscriminada, lo que nos deja sin herramientas para competir".
Serrano detalló que la única salida, al menos para la Unión, es “un giro de 180 grados” en las políticas económicas que aplica el presidente y el ministerio de economía en el país, además de tener una mejor visión estratégica que priorice la producción nacional. “La industria no es capital golondrina, cuando invertimos lo hacemos para quedarnos, pero necesitamos condiciones para poder hacerlo”, finalizó.