La Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos, no distribuirá ayuda el miércoles mientras presiona a Israel para que refuerce la seguridad de los civiles más allá del perímetro de sus centros de distribución, un día después de que murieran decenas de palestinos que buscaban la ayuda.
La fundación dedicada a fines humanitarios dijo que había pedido al ejército israelí que "guíe el tráfico peatonal de forma que se minimicen los riesgos de confusión o escalada" cerca de los perímetros militares, desarrolle una guía más clara para los civiles y mejore la formación para apoyar la seguridad de los civiles.
"Nuestra máxima prioridad sigue siendo garantizar la seguridad y la dignidad de los civiles que reciben ayuda", dijo un portavoz de la fundación. Un portavoz militar israelí advirtió el miércoles a los civiles que no circularan por las zonas que conducen a los emplazamientos de la organización por considerarlas "zonas de combate".
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El ejército israelí dijo el martes que había abierto fuego contra un grupo de personas que consideraba una amenaza cerca de un lugar de distribución de ayuda alimentaria de la Fundación Humanitaria de Gaza. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, al menos 27 personas murieron y decenas resultaron heridas. La fundación dijo que el incidente se produjo "mucho más allá" de su emplazamiento.
Los palestinos que recogieron cajas de alimentos de la fundación el martes describieron el reparto como un pandemonio, sin que nadie supervisara la entrega de suministros ni comprobara las identificaciones, mientras la multitud se agolpaba para conseguir ayuda.
El Consejo de Seguridad de la ONU también tiene previsto votar el miércoles sobre una petición de alto el fuego entre Israel y los milicianos palestinos de Hamás, así como sobre el acceso humanitario a través de Gaza, donde la ayuda ha llegado a cuentagotas en un contexto de caos y derramamiento de sangre después de que Israel levantara un bloqueo de 11 semanas sobre el enclave donde la hambruna amenaza a la población.
"Es inaceptable. Los civiles están arriesgando —y en varios casos perdiendo— la vida solo por intentar conseguir alimentos", dijo el martes el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, quien añadió que el modelo de distribución de la ayuda respaldado por Estados Unidos e Israel era "toda una receta para el desastre, que es exactamente lo que está ocurriendo".
Ese modelo está a cargo de la recién creada Fundación Humanitaria de Gaza, que comenzó a operar en el enclave hace una semana y dijo el martes que ha repartido más de siete millones de comidas desde tres de los llamados sitios seguros de distribución. El director ejecutivo interino de la organización humanitaria respaldada por EEUU, John Acree, dijo a los trabajadores humanitarios de Gaza: "Trabajen con nosotros y conseguiremos que su ayuda llegue a quienes dependen de ella".
La ONU y otros grupos de ayuda se han negado a trabajar con la fundación porque dicen que no es neutral y que el modelo de distribución militariza la ayuda. La Fundación Humanitaria de Gaza utiliza empresas privadas estadounidenses de seguridad y logística para hacer llegar la ayuda a los lugares de distribución.
Es el último de una serie de esfuerzos para hacer llegar más ayuda al enclave, donde los expertos afirman que toda la población, de unos 2,1 millones de personas, corre riesgo de hambruna. El año pasado, Jordania encabezó los envíos aéreos de ayuda humanitaria, mientras que Estados Unidos instaló brevemente un muelle flotante de ayuda, pero se encontró con dificultades.
La ONU lleva mucho tiempo culpando a Israel y a la anarquía en el enclave de obstaculizar la entrega de ayuda en Gaza y su distribución en toda la zona de guerra. Israel acusa a Hamás de robar la ayuda, lo que el grupo niega.
Israel dijo el martes que tres de sus soldados habían muerto en combates en el norte de Gaza. Las autoridades sanitarias de Gaza dijeron que al menos 18 palestinos más murieron en otros ataques militares en el territorio el martes. Reuters no pudo verificar de forma independiente las informaciones del norte y el sur de Gaza.
La guerra en Gaza se ha prolongado desde 2023, después de que milicianos de Hamás mataran a 1.200 personas en Israel en un ataque el 7 de octubre y se llevaran a unos 250 rehenes al enclave, según los recuentos israelíes.
Israel respondió con una campaña militar que ha matado a más de 54.000 palestinos, según las autoridades sanitarias de Gaza, que no distinguen entre combatientes y no combatientes.
(Redacción de Michelle Nichols; edición de Stephen Coates; edición en español de Jorge Ollero Castela)