Las primeras conversaciones de paz directas entre Rusia y Ucrania en más de tres años duraron menos de dos horas, sin que hasta el momento se hayan producido avances aparentes en la reducción de la brecha entre las partes.
Las delegaciones de las partes enfrentadas se reunieron el viernes en Turquía, su primer encuentro cara a cara desde marzo de 2022, un mes después de la invasión rusa de su vecino.
El abismo entre las dos partes se hizo evidente con rapidez, según la fuente ucraniana, que dijo a Reuters que las demandas de Rusia están "alejadas de la realidad y van mucho más allá de todo lo que se había discutido previamente".
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Incluían "condiciones inabordables y no constructivas", dijo la fuente a Reuters bajo condición de anonimato.
No hubo respuesta inmediata por parte rusa.
Las expectativas de un gran avance, ya de por sí escasas, se vieron mermadas el jueves, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó al término de una gira por Oriente Medio que no habrá avances hasta que se reúna con el ruso Vladimir Putin.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró que la máxima prioridad de Kiev es "un alto el fuego completo, incondicional y honesto (...) para detener la matanza y crear una base sólida para la diplomacia". Afirmó que si Rusia se niega, serán impuestas nuevas y severas sanciones contra su sector energético y sus bancos.
Rusia asegura que quiere poner fin a la guerra por medios diplomáticos y está dispuesta a discutir un alto el fuego. No obstante, ha planteado una lista de preguntas y preocupaciones, diciendo que Ucrania podría usar una pausa para descansar sus fuerzas, movilizar tropas adicionales y adquirir más armas occidentales.
Ucrania y sus aliados acusan a Putin de dar largas al asunto y afirman que no se toma en serio su deseo de paz.
Con información de Reuters